viernes, 28 de marzo de 2014

Izquierda Plural critica que la defensora del pueblo no incida en su informe en los problemas de los ciudadanos

Caridad García. Diputada en el Congreso de GIP (Grupo Izquierda Plural)


Vicenç Navarro. La mayor (y más silenciada) causa del crecimiento de las desigualdades.

Vicenç Navarro
Catedrático de Políticas Públicas.
 Universidad Pompeu Fabra,
y Profesor de Public Policy.
The Johns Hopkins University
Las desigualdades en la mayoría de países a los dos lados del Atlántico norte, Norteamérica y la Unión Europea, han crecido enormemente, alcanzando unos niveles nunca vistos desde principios del siglo pasado, cuando tuvo lugar la Gran Depresión. Este crecimiento ha sido particularmente acentuado en los países conocidos como PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España), que se convierten en GIPSI cuando se añade Italia.
¿Por qué este crecimiento tan notable?
Existe ya toda una extensa bibliografía que intenta explicar este hecho. Una síntesis de las distintas razones que se han dado aparece en el discurso que el Premio Nobel de Economía, James Alexander Mirrlees, dio con motivo de su ingreso a la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, y que se publicó en La Vanguardiael 23 de marzo de 2014. Es un resumen de lo que constituye la sabiduría convencional en el conocimiento económico actual. El problema que conlleva y reproduce este conocimiento hegemónico es que ignora el contexto político, que condiciona y determina el conocimiento económico.
Por ejemplo, una de las explicaciones que se han dado con mayor frecuencia para explicar la disminución de los salarios (una de las mayores causas del crecimiento de las desigualdades) es la globalización económica, con la movilidad de capitales que se desplazan a países de bajos salarios para abaratar sus productos. Pero esta explicación ignora que los países escandinavos como Suecia o Noruega, por ejemplo, están entre los países más globalizados del mundo. Es decir, sumando sus exportaciones e importaciones se alcanzan los porcentajes del PIB  de los más altos existentes en el mundo. Debido a su pequeño tamaño, la economía de estos países está enormemente integrada y globalizada. Y, en cambio, sus salarios están entre los más elevados del mundo. Y ello se debe a que el mundo del trabajo y sus instrumentos políticos y sindicales son muy fuertes y han ejercido una fuerte influencia sobre sus Estados.
Estos datos muestran que no es la globalización económica en sí, sino la manera como se realiza tal globalización, la que determina el nivel salarial. En otras palabras, son las variables políticas (lo que se llama el contexto político) las que determinan el fenómeno  económico (y no a la inversa). Esta realidad constantemente es olvidada incluso por autores progresistas, como Christian Felber, que en su conocido libro La economía del bien común apenas toca el contexto político, reduciendo su libro a un tratado de ingeniería económica sin considerar las variables políticas que harían posible su realización.
Por qué los indicadores de desigualdad que se utilizan no nos sirven para entender la desigualdad
Esta ignorancia o desconocimiento del contexto político ha llevado al establecimiento de unas ciencias económicas que nos limitan en el entendimiento de las desigualdades. Comencemos por el estudio de los indicadores de desigualdad. El más común para medir las desigualdades de renta es el coeficiente de Gini, que intenta medir el nivel de desigualdades mediante un valor que va de 0 a 1. 0 quiere decir igualdad completa y 1 desigualdad total. En general, el Gini es más bajo en los países escandinavos que en los países PIGS o GIPSI.
Ahora bien, sin negar que este indicador pueda sernos útil, la realidad es que la información que nos proporciona es muy limitada, pues no nos señala por qué este nivel está donde está ni por qué varía. Para poder entender y, por lo tanto, medir mejor las desigualdades, hay que comenzar por entender de dónde proceden las rentas. Y las dos fuentes más importantes son la propiedad del capital, por un lado, y el mundo del trabajo, por otro. Es decir, la desigualdad en la distribución de las rentas depende primordialmente de la distribución de la propiedad del capital y de la distribución de las rentas del trabajo. La relación de poder entre las fuerzas del capital, por un lado, y las fuerzas del trabajo, por otro, es lo determinante en la distribución de las rentas en un país. La evidencia de que esto es así es abrumadora y, en cambio, el lector raramente lo leerá en los mayores medios de información.
En realidad, este hecho es una de las razones que explica la falta de atención (cuando no abierta hostilidad) que el tema de las desigualdades tiene dentro de lo que se llaman “ciencias económicas”. Como dijo hace unos años el Premio Nobel de Economía Robert Lucas (miembro del consejo científico de uno de los centros más importante y prestigiosos de investigación económica en España, la Barcelona Graduate School of Economics) “una de las tendencias perniciosas y dañinas en el conocimiento económico… en realidad, venenosa para tal conocimiento, es el estudio de temas de distribución” (Robert Lucas, “The Industrial Revolution: Past and Future”. Annual Report 2003 Federal Reserve Bank of Minneapolis, May 2004).
A los economistas próximos al capital les molesta que se investiguen las causas de las desigualdades pues la evidencia científica muestra que la principal causa de su crecimiento ha sido, precisamente, el enorme crecimiento de las rentas del capital a costa de las rentas del trabajo, hecho que es consecuencia del gran dominio de las instituciones políticas y mediáticas por parte del capital, dominio que ha diluido y violado el carácter democrático de las instituciones representativas de los países donde el crecimiento de las desigualdades ha tenido lugar (ver el excelente libroCapital in the Twenty-First Century, de Thomas Piketty, 2014).
Es más, el protagonismo del capital financiero (y muy en particular de la banca) dentro del capital, junto con el descenso de las rentas del trabajo, generador del descenso de la demanda, explica el comportamiento especulativo de ese capital, origen de la enorme crisis, tanto financiera como económica (y, por lo tanto, política), que estamos viviendo. El lector puede así entender por qué el Sr. Lucas y un gran número de economistas próximos al capital no quieren ni oír hablar de temas de desigualdades, porque, por poco que se mire, se ve claramente el origen de tanto sufrimiento que las clases populares están padeciendo, que no es otro que el enorme dominio que el capital tiene sobre las instituciones del Estado.
La concentración del capital
Permítanme que me extienda en estos puntos. Es bien sabido que la propiedad del capital está mucho más concentrada que la distribución de las rentas. Así, el 10% de la población en la mayoría de países de la OCDE (el club de países más ricos del mundo) tienen más del 50% de la propiedad del capital. En España, uno de los países con mayor concentración, tiene alrededor del 65% (tabla 7.2 en el libro de Piketty). Por otra parte, la mitad de la población en su conjunto no tiene ninguna propiedad: en realidad, está endeudada. De esta concentración se deriva que cuanto mayor es el porcentaje de las rentas que derivan del capital, mayor es la desigualdad en la distribución de las rentas. Es lo que solía decirse que cuanto mayor poder tiene la clase capitalista (término que ya no se utiliza por considerárselo “anticuado”), mayores son las desigualdades en un país.
Naturalmente que estas desigualdades entre el mundo del capital y el del trabajo no son las únicas que explican las desigualdades de renta en un país. Pero sí que son las más importantes. Les siguen las desigualdades dentro del mundo del trabajo, que se reflejan predominantemente en la extensión del abanico salarial. Pero incluso estas dependen de las fuerzas derivadas del capital. Cuanto mayor es el poder de la clase capitalista, mayor es la dispersión salarial, hecho que la economía convencional atribuye a su hincapié en estimular la eficiencia económica, aun cuando la evidencia científica muestra que no hay ninguna relación entre dispersión salarial y eficiencia económica. En realidad, algunas de las empresas más eficientes (como las cooperativas del grupo Mondragón) son las que tienen menor dispersión salarial. El objetivo de esta dispersión no es económico sino político: el de dividir y, por lo tanto, debilitar al mundo del trabajo.
Esta observación, por cierto, explica las limitaciones de aquellos autores que ciñen la definición del problema al 1% de la sociedad, eslogan generado por el movimiento Occupy Wall Street y que ha sido importado a España. El sistema económico se sostiene precisamente por la lealtad del siguiente 9% superior de renta, que deriva sus rentas del trabajo, pero cuyo poder y permanencia dependen de su servicio al 1%. Los grandes gurús mediáticos, por ejemplo, reciben salarios elevadísimos cuya cuantía no deriva de su competencia o eficiencia, sino de su función reproductora de los valores que favorecen los intereses del 1%.
En conclusión, las causas de las desigualdades son políticas y tienen que ver predominantemente con el grado de influencia política que los propietarios del capital tienen sobre los Estados. Cuanta mayor es su influencia, mayor es la desigualdad social. El hecho de que estas hayan crecido enormemente desde los años 80 se debe al cambio político realizado por el Presidente Reagan y la Sra. Thatcher –la revolución neoliberal–, que fue y es la victoria del capital sobre las fuerzas del trabajo, victoria que continúa debido a la incorporación de los partidos de centroizquierda gobernantes al esquema neoliberal promovido por el capital. Cada una de las políticas neoliberales (los recortes del gasto público y transferencias sociales, la desregulación del mercado de trabajo, el debilitamiento de los sindicatos, la descentralización e individualización de los convenios colectivos, la bajada de salarios y otras medidas) repercute en el beneficio del capital y su concentración a costa de las rentas del trabajo. Son políticas claramente de clase que no se definen con este término por considerarlo “anticuado”. Es precisamente resultado de la enorme influencia del capital que tal terminología se considere anticuada. Es predecible que los portavoces del capital así lo presenten, pero es suicida que los portavoces de las izquierdas, en teoría próximas a las clases populares, también consideren estos términos anticuados. Confunden antiguo con anticuado. La ley de gravedad es antigua pero no es anticuada. Si usted lo duda es fácil de comprobar: salte de un cuarto piso y lo verá. Y esto es lo que está ocurriendo con gran número de las izquierdas gobernantes en España y en Europa. Están cayendo del cuarto piso y todavía no se han dado cuenta del porqué. Le agradecería al lector que les enviara este artículo.
Fuente: publico.es

miércoles, 26 de marzo de 2014

Entrevista a Willy Meyer en "Buenos días Andalucía" (Canal Sur 21.03.2014)

Willy Meyer. Candidato nº1 de izquierda Unida a las Elecciones Europeas 2014.

Las once coincidencias de los papeles de Bárcenas que el PP no puede negar.

Varios informes de instituciones del Estado y testimonios de dirigentes del PP avalan la veracidad de la contabilidad paralela anotada por el extesorero durante más de 20 años
Algunas de las coincidencias entre las anotaciones del extesorero y otros documentos de la investigación llevaron al juez Ruz a investigar los 'papeles de Bárcenas' como una pieza separada por su vinculación con Gürtel
La Policía, Hacienda, la Fiscalía y el juez Pablo Ruz han hallado durante un año de investigación de la presunta caja B del Partido Popular varias evidencias que apuntan a la correlación entre las anotaciones de Luis Bárcenas y la contabilidad oficial del partido de Mariano Rajoy. Además, varios testimonios avalan la veracidad de los papeles elaborados por el extesorero y la documentación incautada a los cabecillas de la trama Gürtel también constata relaciones entre las contabilidades paralelas de la organización política y de la red corrupta.
1. Hacienda ha emitido un informe de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) en el que apunta a la posible relación entre algunas salidas de dinero de la caja B del PP con ingresos en una cuenta bancaria de la esposa del extesorero, Rosalía Iglesias. El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz señala en una providencia "la indiciaria y potencial relación entre diversas partidas o anotaciones de salidas de efectivo reflejadas en los denominados papeles de Bárcenas, en los años 2004, 2005 y 2006 y algunos de los ingresos habidos en la cuenta de la entidad Caja Madrid que se señala es titularidad de Rosalía Iglesias Villar".
2. La "comparativa analítica" de los 'papeles de Bárcenas' y la información procedente de los bancos suizos en los que el exsenador poseía cuentas millonarias llevaron a Ruz a sugerir que las donaciones del PP acababan en Suiza. El magistrado señaló, en concreto, la "correlación" de dosingresos una cuenta de Bárcenas en el Dresdner Bank y dos registros de asientos de entrada en la supuesta caja B del PP. Así, el ingreso en Suiza de 30.050,61 euros el 31 de enero de 2001 podría coincidir con la entrada anotada ese mismo mes en los papeles de Bárcenas a nombre de "Ceciclio Sanch. (Aguas)", de FCC, por importe de cinco millones de pesetas. El otro indicio para el magistrado es la posible correlación entre el ingreso de 120.000 euros realizado el 30 de junio de 2003 en la misma cuenta y la anotación el 25 de junio en la contabilidad manuscrita de una entrada por esa misma cantidad a nombre de "M. Contreras".
Estos dos puntos alimentan la tesis que ha mantenido el PP de que Bárcenas se aprovechó de su puesto en la tesorería del partido para quedarse con el dinero que recibía de empresarios. Sin embargo, todos los demás indicios desbaratan esa teoría y apuntan a la existencia de una caja B con la que presuntamente funcionaba la organización y sus dirigentes.
3. El sucesor de Bárcenas en la gerencia de Génova 13 reconoció ante el juez que recibió los 12.000 euros en billetes de 500 que figuran a su nombre en los papeles de la supuesta contabilidad B del partido (uno de 6.000 euros en abril de 2007 y otro por el mismo importe en junio de 2008). "Yo veo que me pagan un dinero que no se declara. Entiendo que es dinero de los donativos que no declaran", dijo en la Audiencia Nacional.
4. Otro testimonio que dio validez a los pagos en B fue el del presidente del Senado, Pío García Escudero, que admitió que la anotación realizada a su nombre por el ingreso de un millón de pesetas en las arcas de la organización en 2001 era verídica. El dirigente popular explicó que formaba parte de la devolución de un préstamo de cuatro millones de pesetas que el PP le había dado para rehabilitar su vivienda tras un atentado. García Escudero aseguró que nunca pidió ni le dieron un recibí ni por el préstamo ni por las devoluciones porque "había una relación de confianza" y señaló que no lo declaró ante Hacienda porque no sabía que debía hacerlo.
5. El dirigentes del PP navarro Calixto Ayesa reconoció ser el perceptor de los 3,9 millones de pesetas que figuran en diversas anotaciones entre 1991 y 1992 a nombre de Jaime Ignacio del Burgo. Explicó que se trataba de una compensación por la obligatoriedad de abandonar su consulta mientras ocupaba un cargo público. Del Burgo implicó a José María Aznar en el régimen de sobresueldos en el PP al decir ante el juez que fue el expresidente el que autorizó el pago de 600.000 euros a Ayesa cuando entró en el Gobierno navarro.
6. El análisis de los documentos incautados durante el registro de la oficina del arquitecto Gonzalo Urquijo, encargado de la reforma de la sede del PP en la calle Génova, llevó a la Policía a afirmar que existía una "correlación directa" entre las facturas de Unifica y las anotaciones de pagos realizados a Urquijo. A partir de ese informe de la UDEF, Ruz señaló la presunta existencia en el partido que preside Mariano Rajoy de "una cierta corriente financiera de cobros y pagos continuaen el tiempo, al margen de la contabilidad remitida por el Partido Popular al Tribunal de Cuentas".
7. La Policía también avaló la información publicada en eldiario.es que apuntaba la coincidencia de las donaciones anotadas por Bárcenas recibidas por empresarios y la adjudicación de obras millonarias por administraciones gobernadas por el PP. El informe defendió que las donaciones de algunas empresas apuntadas por el extesorero Luis Bárcenas coinciden con "una concentración (de adjudicaciones) en un momento determinado".
8. Las donaciones anotadas por Bárcenas aparecen troceadas en la contabilidad oficial que el PP presentó ante el Tribunal de Cuentas, según El País. Los ingresos presuntamente realizados por los empresarios infringen la ley de financiación de partidos políticos porque algunas superaban el límite legal y porque las empresas tenían contratos con la Administración.
9. Los papeles de Bárcenas coinciden, además, con la contabilidad incautada a la red Gürtel. Los primeros recogen un ingreso de 21 millones de pesetas realizado por Pablo Crespo en mayo de 1999 que figura -coincidiendo en fecha y cantidad- con la documentación incautada en 2009 al número dos de Francisco Correa, que refleja un pago a la "sede nacional" en concepto de "pago deudas pendientes". Esta correlación es uno de los indicios en los que se basó el juez Pablo Ruz para quedarse con la investigación de la presunta contabilidad irregular del PP como una pieza separada del caso Gürtel.
10. Otra coincidencia que utilizó Ruz para asumir la instrucción del 'caso Bárcenas' fue la documentación del PP gallego relativa a las campañas electorales que se encontró en la casa del contable de la trama corrupta, José Luis Izquierdo. Para la Policía, la entrada de nueve millones de pesetas (54.000 euros) en octubre de 1999 procedentes de Alfonso García Pozuelo (Constructora Hispánica) era "compatible" con las anotaciones que hizo Bárcenas en 2000 por un importe de 12 millones de pesetas (72.000 euros).
11. La última "conexión" -en la que también se basó Ruz para iniciar la instrucción que ha puesto en el punto de mira las cuentas del PP- fue la entrega de 600.000 euros por parte García Pozuelo a la trama Gürtel y que se repartieron entre los partícipes, según la documentación intervenida, como "pago por una comisión por adjudicación de contrato". De ese dinero, 60.000 se los quedó el entonces presidente de Hispánica. Los papeles de Bárcenas recogen un ingreso por ese importe de manos del constructor tan solo una semana más tarde. 
Fuente: eldiario.es

Joan Josep Nuet: "De Suárez a las Marchas del 22M, el cambio imparable".

Joan Josep Nuet.
Diputado GIP (Grupo Izquierda Plural)
Dos acontecimientos históricos se han producido estos días a poca distancia el uno del otro, pero expresando dos realidades bien distintas que de forma divergente se alejan dibujando dos mundos, uno agotado que aún no ha desaparecido ni mucho menos y otro dando sus primeros balbuceantes y esperanzadores primeros pasos.
Ya he expresado mis condolencias por la muerte del expresidente Adolfo Suárez, pero me resisto a no opinar de lo que políticamente representa su figura y su época, lejos pues de acatar el cierre de filas o la lectura única que el sistema impone de la “modélica transición política” que se le otorga a el y a una serie de dirigentes influyentes, entre los cuales está el Rey, de la “milagrosa reconciliación nacional”.
No voy a cometer el error de minusvalorar la capacidad de una parte del régimen franquista para diseñar una reconversión democrática que permitiese al dictador morir en la cama y avanzar en una nueva democracia parlamentaria, sin memoria, donde los principales actores económicos, militares y eclesiásticos mantuviesen los principales resortes de poder en nuestro país.
Pero hay que reconocer desde los demócratas y desde la izquierda, como mínimo, que sin la oposición democrática antifranquista ese cambio no se hubiese dado o se hubiese dado con mayores signos de continuidad, aun.

Claro que la correlación de fuerzas del momento fue la que impuso la profundidad o no del cambio democrático, pero casi 39 años, después de la muerte del dictador Francisco Franco, nos permiten desarrollar con espíritu crítico un análisis de los factores que permitieron esa transmutación del franquismo y su capacidad de pervivencia no solo para influir sobre el desarrollo de los acontecimientos, sino, para convertirse aún hoy en base sociológica de una derecha española que pivota la actual crisis en base a postulados claramente de base totalitaria, el tipo de acumulación capitalista, la corrupción y el desprecio por la democracia y el centralismo.
El diseño de los pactos de la transición comportaron una derrota histórica de las fuerzas de cambio y una reconversión tranquila de las fuerzas franquistas que sin convertirse en derecha democrática y moderna de estilo centroeuropeo mantuvo los principales resortes de poder para poder recuperar su influencia cuando la coyuntura en España y, sobretodo, el cambio de tendencia mundial con la crisis de los 70 y el inicio a finales de esa década de la expansión del neoliberalismo, la reconectara con los postulados ideológicos mas extremos en América y Europa.
Las palancas para recuperar su hegemonía fueron aún los estertores de la guerra fría en clave OTAN y el nuevo modelo neoliberal de la CEE que se iba abriendo paso primero como única alternativa al bloque socialista y posteriormente como única lectura del “fin de la historia” que se convertía en el único orden mundial.
Por tanto los pactos de la transición estaban cargados de futuro, pero en el sentido de mantener las claves del poder en manos de esa derecha, y ejecutar una homologación a las democracias parlamentarias en el marco de la OTAN y la CEE, esa misma derecha tradicional, conservadora, ultra católica y militarista que se revolvió contra el Suárez Presidente y que diseñó el 23F, ante la voluntad de acometer cambios mas profundos, pero que usaron la UCD como un buen mecanismo de cambio lampedusiano.
Una de las claves de los pactos de la transición, con la Constitución de 1978 en el centro, es la posibilidad de su reinterpretación posterior en nuevas correlaciones de fuerzas con sus correspondientes hegemonías, ya que la derecha leyó con inteligencia la tendencia internacional anteriormente descrita y demostró gran capacidad de adaptación. Esa parte visionaria de Adolfo Suárez le distingue como persona inteligente que veía más allá que los sectores más reaccionarios de la derecha, pero que también construyó el entramado que finalmente relegaría a la izquierda política y a las fuerzas sociales de progreso a conseguir cuotas de gobierno pero no de poder real.
Evidentemente la resignación de los gobiernos del PSOE de Felipe González hicieron el resto para esa derrota histórica de la izquierda, ya que precisamente el legado de la visión de España de Suárez fue aplicado disciplinadamente por González y el PSOE, con una adaptación a las políticas atlantistas y neoliberales de la OTAN y la CEE, con sus correlatos posteriores de Maastrich y la UE.
En la Constitución todos los factores incorporados por la izquierda fueron inicialmente desarrollados en un Estado del Bienestar (en España llego solo al medioestar, trabajo, educación, salud, vivienda) de libertades políticas y sindicales, de propuestas de autogobierno para Cataluña y País Vasco, e incluso de declaraciones de Estado Social y de supeditación al interés general, pero no se administraron mecanismos de garantía política y jurídica para su cumplimiento y si que se hizo en cambio con la propiedad privada y la economía de mercado, el papel del ejército como garante de la unidad de España, la Monarquía o los privilegios de la jerarquía católica.
El Estado de las Autonomías como propuesta descentralizadora era positiva pero tenía una clara voluntad disuasoria y difuminadora de la realidad plurinacional del Estado y del empoderamiento de sus distintos pueblos, por ello al cabo del tiempo se fue convirtiendo (en esa estrategia conservadora relectora de unos acuerdos abiertos) en limitadora y encotilladora.
Por ello la muerte de Suárez viene a recordarnos la muerte política de los impulsos de la transición 35 años después de su despliegue. Un sistema político (bipartidismo de PSOE+PP+CiU+PNV, Ley Electoral y Democracia de baja intensidad sin Transparencia y Corrupción generalizada), un sistema económico (dominio económico de grupos oligárquicos que concentran cada vez mas acumulación y usan puertas giratorias en la política para afianzarla, que nos indujo a la crisis del 2008 y a sus aplicaciones de recortes y austeridad) y un sistema social (estado del medio estar y ante la crisis desposesión generalizada con perdida masiva de derechos y fractura social con precarización masiva).
Hoy todo ello no puede sostenerse, está en crisis profunda y solo la represión y el miedo que genera la precarización masiva han evitado hasta el momento la concentración y articulación mayoritaria y victoriosa de la alternativa.
Cuando hablamos de Ruptura Democrática nos referimos a eso, lo que no pudimos conseguir en 1978 intentarlo en 2014, ya que la única alternativa es la perpetuación de una crisis para la mayoría y la recuperación de beneficios para una cada vez más pequeña minoría.
Cuando hablamos de Proceso Constituyente nos referimos a eso, que la movilización y la participación política de la gente no sean amputadas o canalizadas por aparatos burocráticos en manos de oligarquías político-económicas.
Cuando hablamos de Nuevo País nos referimos a eso, una nueva República Federal Plurinacional con pueblos que voluntariamente definen un nuevo marco de convivencia entre ellos, vivir juntos por convicción e ilusión en una Democracia Social y Sostenible Avanzada.
Lo nuevo se expresó el 22M con las Marchas por la Dignidad, la historia de la movilización dentro de la crisis de 2008 tendrá como mínimo cuatro momentos, el 15M y lo que ha significado, las tres Huelgas Generales y Ciudadanas con su confluencia de clase trabajadora y luchas democráticas, la movilización por el Derecho Democrático a Decidir y su cuestionamiento del orden establecido de la segunda restauración borbónica y finalmente la confluencia de las mareas por la dignidad el 22M.
Si aprendemos a sumar, podemos vencer, siempre teniendo en cuenta que Gramsci nos recordó que en tiempos de cambio cuando está muriendo lo viejo y aún no nació del todo lo nuevo, aparecen monstruos. En Ceuta y en Colón sombras monstruosas nos recordaron que el sistema puede golpear y matar, pero somos una mayoría tan inmensa que algún día aprenderemos de verdad de nuestros errores y olvidos y ese día, estoy convencido, no puede estar tan lejos, después del 22M hay mas esperanza y el miedo de ellos puede notarse a larga distancia.