domingo, 7 de septiembre de 2014

Las Grandes empresas no pagarán por sus ganancias en la bolsa. El PP gobierna en contra de los intereses de España.

Las grandes compañías no tendrán que pagar impuestos por los dividendos que ingresen al comprar acciones de otras empresas si compran más del 5% de una empresa o invierten más de 20 millones. La medida premia a las grandes corporaciones y daña a las pymes.
La letra pequeña de la reforma fiscal sigue dejando regalos a las grandes corporaciones. El último, es una rebaja fiscal en los ingresos que les reportan sus inversiones en bolsa. Según el texto, las empresas con participaciones superiores al 5% en otras compañías o con inversiones que superen los 20 millones de euros quedarán totalmente exentas del pago de impuestos si esas inversiones les reportan beneficios.
La modificación supone una rebaja de impuestos a los grandes bancos y corporaciones puesto que son las únicas con volumen de negocio suficiente para realizar inversiones superiores a 20 millones de euros. De hecho, el nuevo umbral flexibiliza quién podrá gozar de esa rebaja de impuestos ya que, hasta el momento, los beneficios fiscales comenzaban a partir de los 50 millones de euros.
Según revela hoy el diario El País, el Ejecutivo no ha cuantificado el efecto de la rebaja. El texto sólo apunta que “la revisión del mecanismo de eliminación de la doble imposición que se introduce en el proyecto no conlleva efectos recaudatorios directos sino como consecuencia de los que se deriven de la liquidación del impuesto”.
El efecto práctico es una rebaja de impuestos para las grandes empresas en perjuicio de las pymes que no disponen de 20 millones de euros para realizar inversiones bursátiles semejantes.
Rebaja también a las participaciones en el extranjero
El nuevo texto también exime del pago de impuestos al capital que las empresas tengan en el extranjero siempre que hayan tributado en otros países un Impuesto de Sociedades superior al 10%.
Sin embargo, los técnicos de Hacienda denuncian que un tipo del 10% y los beneficios fiscales que otros países conceden pueden significar en la práctica que las grandes compañías no paguen impuestos en el extranjero y tampoco lo hagan en España.
La medida se encuentra recogida en el artículo 32 del texto que el Gobierno remitió en el mes de agosto al Congreso en un documento de 297 folios.
El Ejecutivo justifica la medida en la armonización con la legislación europea.
Fuente: cli-as.org

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