martes, 26 de agosto de 2014

José Antonio García Rubio: "Una reforma fiscal que agravará la crisis".

La disminución de los impuestos entre las rentas bajas no existiría porque...la mayor parte ya no los paga, mientras que las rentas medias (ingresos alrededor 30.000 euros/año) tendrán que pagar incluso un punto más.



La reforma fiscal del PP parte de dos conceptos falsos. El primero de ellos es que la presión fiscal en España es elevada. Sin embargo, según los datos europeos hechos públicos el 17 de junio de 2014, la presión fiscal se sitúa en el 32,5% del PIB, una cifra verdaderamente baja. Estamos seis puntos y medio por debajo de la media europea. Si la comparación se hace con los países próximos al nuestro, como Italia o Francia, entonces la diferencia es abismal: más de once puntos por debajo. 
Entre 2002 y 2012, la presión fiscal ha subido en casi todos los países de la zona euro, menos en España, donde es punto y medio más baja que hace 10 años. Sólo los países bálticos (pequeños, con modelos neoliberales y con un sistema tributario aún muy incompleto) y algunos de los países del Este (con grandes bolsas de economía sumergida y agencias tributarias rudimentarias) presentan cifras inferiores, además de dos países rescatados: un pseudo paraíso fiscal (Irlanda) y Portugal. Los países nórdicos, Italia y Francia tienen presiones fiscales en el entorno del 45%; Alemania y Holanda, en torno al 40%.
El segundo argumento es que bajar los impuestos aumenta el consumo. Esta es una afirmación discutible y nunca comprobada. Para las rentas altas, que tendrán una disminución significativa, su consumo seguirá siendo alto y la disminución fiscal representará solo un aumento de su ahorro.

Una reforma electoralista

La reforma del PP es esencialmente electoralista. Está pensada para recuperar la vinculación con una base social profundamente defraudada y desmotivada desde el punto de vista electoral. Por eso la han dividido en dos años para aprovecharla como reclamo electoral en las dos convocatorias electorales próximas. Además, están apareciendo contradicciones en el seno de los sectores económicos que apoyan al Gobierno, algunos de los cuales reclaman ventajas fiscales mayores.
Este carácter electoralista se refuerza aún más con el método utilizado: anuncio en el Consejo de Ministros, publicación como anteproyecto para iniciar un supuesto período de información pública, texto definitivo en julio, debate parlamentario en otoño, etc. 
Izquierda Unida estará en ese debate público. Pensamos que el instrumento fundamental que hará posible la creación de empleo digno y una salida de la crisis favorable a la mayoría social es una reforma fiscal justa. Exactamente lo contrario del PP.
No se trata de subir o bajar impuestos, sino de asegurar la contribución fiscal que permita resolver las necesidades sociales, sobre la base de que paguen más quienes más tienen o ganan. Por tanto ha de ser suficiente, progresiva y equitativa.

Una reforma inútil para salir de la crisis

La concepción de la reforma no responde a las verdades necesidades fiscales y presupuestarias españolas. Con un déficit del 7% (sin contar el rescate bancario), la deuda pública en el 100%, el compromiso con la UE de nuevos recortes, las reticencias y nuevas exigencias de la UE, etc. La reforma fiscal significa una reducción de unos 9.000 millones según Montoro que, en la versión gubernamental, serán equilibrados con el aumento de la actividad económica. Pero esa mejora ni está ni se la espera: la baja de salarios conduce a la disminución añadida del IRPF y el estancamiento del consumo al descenso del IVA (lo que forzará previsiblemente a un nuevo aumento del impuesto, requerido por Bruselas. A todo ello hay que añadir la situación internacional que se caracteriza, entre otras cosas, por un escaso avance en nuestros principales mercados, el encarecimiento del petróleo y algunas materias primas y, ahora en el país, una situación al borde de la deflación, extremadamente peligrosa. 

Una reforma que favorece a grandes ingresos y grandes empresas

Por más que han querido ocultar la tremenda desigualdad de esta reforma presentándola siempre en porcentajes, de forma que queda oculto que para una base liquidable baja, un ahorro del 20% puede representar 30 euros, mientras que para una alta, ese mismo porcentaje puede equivaler a 3.000 euros, la realidad es muy distinta. Incluso FUNCAS, la fundación de las cajas de Ahorro, ha puesto de relieve que la disminución de los impuestos entre las rentas bajas no existiría porque, coincidiendo con GESTHA, la mayor parte ya no los paga en la actualidad, mientras que las rentas medias (ingresos alrededor de los 30.000 euros/año) tendrán que pagar incluso un punto más.

Disminuye la progresividad del sistema fiscal mediante la disminución de los tramos del IRPF de 7 a 5; la disminución del tipo más elevado (tipo marginal) cae al 45% desde el 52% y se reduce la tributación del capital, cuyo tipo será inferior a los correspondientes tramos de tributación por el trabajo. Esto confirma el carácter electoralista de la reforma con la que el PP se dirige a lo que considera su electorado natural. Las rebajas son para los grandes ingresos y las grandes empresas.

Las rentas más altas bajarán mucho más sus impuestos que las más bajas. Alguien que gane 100.000 o más euros, podrá ver sus impuestos minorados en 10 veces más, en términos absolutos, que quien gane 20.000 euros. En el tramo alto se reduce en 7 puntos, en el tramo más bajo en 5,75 puntos. Subirá el IVA de los aparatos médicos, cumpliendo petición de la UE. Se retendrá IRPF sobre las indemnizaciones por despido.

El impuesto de Sociedades bajará para las grandes empresas del 30% al 25%, pero no para las pequeñas empresas que seguirán en el 25%. Esa bajada se hará en dos partes: para 2015 al 28% y para 2016 al 25%. Dentro de Sociedades se mantendrá la deducción por I+D+i y se crean dos tratamientos fiscales nuevos: reserva por capitalización y reserva por nivelación, que pueden reducir los impuestos efectivos hasta un 10%. Aunque los Bancos permanecerán en el 30%, el juego de los llamados créditos fiscales, hace que eso sea una situación aún más ventajosa con relación a otras empresas. 

La rebaja de la retención a autónomos tendrá un efecto muy limitado y puede conducir a problemas de liquidez cuando se liquide el impuesto.

Todo esto se propone en un escenario fiscal que parece no preocupar al PP. Según los técnicos de Hacienda (GESTHA), la economía sumergida era del 24,6% del PIB, 253.000 millones en 2012. La misma fuente asegura que el 72% del fraude fiscal tiene por origen las grandes empresas y fortunas y que Hacienda sólo cobra 1 de cada 6 euros de fraude descubiertos. En los datos anteriores no se tiene en cuenta la elusión fiscal (por ejemplo, con la utilización de SICAV o los paraísos fiscales), aprovechando mecanismos de ingeniería financiera no ilegales. Sin embargo, esta reforma fiscal no contiene ninguna medida significativa para combatir el fraude y la elusión fiscal ni una mejora de los recursos técnicos y humanos de la Agencia Tributaria.

No es extraño que el 87% de los ciudadanos, según el CIS, opine que el sistema fiscal es injusto.

LA ALTERNATIVA DE IU

Izquierda Unida realizó recientemente unas Jornadas sobre fiscalidad, organizadas por la Secretaría Ejecutiva de Economía y Empleo, en las que participaron miembros de 19 organizaciones. En ellas se aprobaron “50 medidas para una Reforma Fiscal Justa”, de las que las siguientes son un resumen.


- Tributación en la misma base imponible de las rentas del trabajo y del capital. Se integran en la tarifa general del IRPF los rendimientos del capital para mejorar la progresividad, incluyendo a las plusvalías generadas en menos de dos años (ampliable a 6 en el caso de inmuebles).

- Modificar la Ley General Tributaria con una tipificación más rigurosa del delito fiscal.

- Derogación del Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, sobre el IVA.

- Eliminar la posibilidad de compensar pérdidas patrimoniales.

- Reforma del sistema de módulos, limitando su uso tanto sectorial como temporalmente.

- Derogar el régimen fiscal especial aplicable a los desplazados a territorio español.

- Consolidar como definitivos los incrementos del gravamen complementario en el IRPF.

- Establecer un tipo del 35% para las bases imponibles superiores al millón de euros.

- Limitar las bonificaciones, deducciones, etc. (gastos fiscales) a un máximo del 3% de la base imponible y a otro 5% como máximo complementario y de carácter directamente vinculado y estrictamente proporcional en el caso de creación de empleo estable.

- Creación de un Impuesto especial sobre Bienes Suntuarios. Será aplicable a los productos y servicios considerados de lujo.

- Creación de un Impuesto sobre las Transacciones Financieras, con una base impositiva amplia y que será sustituido, cuando proceda, por un tributo a escala de la Unión Europea o de aquellos países que han acordado aplicarlo por el procedimiento de Cooperación Reforzada.

- Creación de Impuesto sobre la Riqueza que sustituirá al Impuesto sobre el Patrimonio.

- Construir una auténtica fiscalidad municipal, lo que exige la derogación de las disposiciones legales sobre la reforma de las Administraciones Locales. 

Algunas medidas contra el fraude, la economía sumergida y la elusión fiscal

- Aplicar el Plan de acción de la OCDE contra la erosión de la base imponible y la trasferencia de beneficios de las multinacionales.

- Prohibir en las instituciones financieras españolas nacionalizadas la operativa hacia y desde paraísos fiscales.

- Las medidas técnicas y legales contra el fraude deben ir acompañadas con medidas organizativas y de gestión de los recursos humanos en la administración tributaria, entre las que está la creación del Cuerpo Superior de Técnicos de Hacienda. 

- Modificar la legislación de las Instituciones de Inversión Colectiva para evitar los notorios abusos de las sociedades de inversión de capital variable (SICAV).

Por una fiscalidad verde

- Introducir criterios medioambientales en impuestos ya existentes.

- Crear nuevos impuestos sobre la energía nuclear, el vertido y la incineración de residuos, sobre bolsas de plástico de un solo uso, sobre el cambio de usos del suelo.

- Impuesto sobre sustancias de elevado nivel de preocupación o riesgo.

Fuente: mundoobrero.es

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