miércoles, 15 de mayo de 2013

Izquierda Ezkerra. Entrevista a Jose Miguel Nuín.

Entrevista a Jose Miguel Nuin por Ibai Fernandez de Diario de Noticias
Portavoz de I-E y coordinador general de IUN-NEB

"UPN está gobernando en fraude democrático porque aplica medidas que nadie ha votado"
Ante la triple crisis económica, social y política que vive Navarra Nuin aboga por superar la división de la izquierda y trabajar por un acuerdo "plural e interidentitario" que siente las bases de la alternativa a los Gobiernos de UPN de todos estos años

Pamplona. José Miguel Nuin apunta a "la derecha" y "sus políticas neoliberales" de una crisis económica que dura ya seis años, y a la que en Navarra se le suma una crisis "política e institucional". "El bipartidismo a la navarra, el que garantizaba la hegemonía de UPN gracias a los pactos con el PSN, también está en crisis", subraya el portavoz de Izquierda-Ezkerra y líder de IU, para quien la salida pasa por "abandonar el austericidio". "Esta es la crisis del capitalismo, y la quieren solventar con mas doctrina neoliberal, que no es otra cosa que más desigualdad. Y eso solo va hacer más grave el problema, el paro masivo y la injusticia social", defiende Nuin, que "en las puertas de un cambio político profundo" aboga por "superar el frentismo identitario" que ha separado a las fuerzas de izquierda en Navarra.

Crisis económica, crisis social y, por si fuera poco, crisis política. La tormenta perfecta.
Desde hace 11 meses tenemos un Gobierno en minoría y sin capacidad de restablecer una base parlamentaria que le dé capacidad de acción. Es además un Gobierno en fraude democrático porque aplica políticas que no iban en su programa y que nadie ha votado. Cada vez con mayor contestación social. Esta situación ya no es sostenible.

Sin embargo, el Gobierno aguanta.
Por el miedo que la derecha tiene a perder el poder. Así que intenta ganar tiempo, aun a costa de hacer mucho daño a Navarra. Y hay una segunda razón, y es que el PSN, que parece que ha tomado la decisión de empezar a romper amarras con UPN, no quiere forzar su caída porque tampoco quiere elecciones. La situación no puede ser más negativa. Hay que dar la palabra a los ciudadanos. Cuanto más tarden, peor.

Pese a todo, la presidenta reiteraba esta semana que tiene intención de agotar la legislatura.
Hay muchos factores que todavía pueden condicionar la legislatura, como Caja Navarra o la movilización social. En cualquier caso, UPN actúa ya en clave electoral. Todas sus actuaciones y decisiones están condicionadas por su repercusión electoral. También su entorno social, económico y mediático. Saben que en cualquier momento puede haber elecciones. Si el PSN no cambia de posición, lo decidirá UPN en función de sus intereses.

¿El partido o la presidenta?
Yo creo que en UPN son conscientes de que Barcina no va a ser la próxima presidenta. Saben que no tendrá votos suficientes, así que no descarto que ni siquiera sea candidata.

¿Es de los que cree que la victoria de Barcina en el Congreso es positiva para el cambio?
La victoria apurada ha dejado un partido dividido, más a la derecha y más aislado que antes. La UPN que ha ganado es la ligada al mundo del dinero, y por lo tanto a las políticas que representa Esperanza Aguirre en el PP. Es un partido más extremista en lo ideológico y más aislado, porque rompe los puentes con quienes podían ser sus aliados. UPN es más fácil de derrotar así.

¿El problema es Barcina, como insinúa el PSN?
Ya les hemos dicho que no. La alternativa a la derecha debe ser una alternativa a las políticas de la derecha, con o sin Barcina. Otra cosa es que sea más sencillo hacerlo si la derecha se equivoca o lo pone fácil.

¿Qué le pareció la reunión que tuvo Barcina con el ministro Cristóbal Montoro el lunes?
A la vista de lo que ha sucedido con el tren de alta velocidad, queda claro que fue una reunión vacía de compromisos y que la presidenta no tiene ninguna capacidad de influir en Madrid. Ahora bien, lo peor de todo es el empecinamiento del Gobierno foral con el proyecto. Seguir adelante con el tramo Castejón-Pamplona es un monumento al absurdo y a la irresponsabilidad.

El encuentro en cualquier caso pone en evidencia que el margen económico de Navarra en estas circunstancias es muy limitado. El Estado aprieta, y es lo que hay.
Por eso hay que romper con las dinámicas de austeridad. Y eso hay que hacerlo en Navarra, en el Estado y en Europa.

Es Europa quien marca los criterios económicos que el Estado obliga a cumplir a Navarra.
El problema es que Barcina forma parte de esa derecha neoliberal que impone las medidas. No nos engañemos, tiene un modelo de sociedad y de funcionamiento de la economía que es la que nos ha traído a este desastre. Y ahora quieren sacarnos con las mismas recetas. Barcina no es la única responsable, pero es responsable en la medida en la que comparte y aplica las política neoliberal española. UPN es el único partido que apoya al PP en Madrid.

No hay una perspectiva de mejora a corto plazo, así que no está claro que una alternativa vaya a mejorar mucho la situación.
La alternativa debe ser estructural. Tiene que hace frente a las políticas de recortes, de desigualdad y de desregulación que permiten los paraísos fiscales. A un BCE que no financia los estados. Por eso tiene que ser global, en Europa, en el Estado pero también en Navarra. Cada administración tiene que aprovechar los márgenes que tiene, y el Gobierno de UPN no lo está haciendo.

¿Hay margen en Navarra?
Claro que sí, pero es más fácil echar la culpa a Europa. Evidentemente, no se puede hacer solo desde el Gobierno de Navarra. Hay que romper el brazo a la políticas neoliberales, y para eso hay que gobernar Europa. Pero también en Navarra.

¿Qué habría que cambiar?
Una reforma fiscal mucho más intensa y profunda. Mejorar la financiación de las familias y las pymes con una banca pública que asuma el papel de la desparecida Caja Navarra. Hay que aplicar medidas que defiendan a la mayoría social trabajadora y contrarresten las políticas de la derechas.

En Navarra se han subido ya los impuestos, más incluso de lo que pedía IU en su programa electoral.
Se puede hacer más y mejor. Hay margen para recaudar más con el impuesto de sociedades, las rentas del capital, las rentas altas y la lucha contra el fraude. Muchas empresas solo pagan al 10% sus beneficios, dos veces menos de lo que paga un trabajador por su salario. Este es el modelo fiscal neoliberal, que fija la presión sobre las rentas del trabajo y el consumo. Rentas empresariales y grandes patrimonios tienen que tributar lo mínimo. Es el manual neoliberal que hay que combatir.

Hace unos días, la consejera de Economía, Lourdes Goicoechea, abogaba por una política "mucho más expansiva y menos restrictiva". ¿Percibe un cambio de actitud en el Gobierno foral?
No tenemos ninguna confianza en que la derecha rectifique. Desde mayo de 2010, con Zapatero, se vienen aplicando las políticas de austeridad con una radicalidad total. Y está sucediendo lo que algunos dijimos que iba a suceder, que solo traerían más paro, más crisis y más injusticia social. El fracaso es evidente, así que tienen que modular algo, aunque sea el discurso. Pero para ser creíbles tendrían que abdicar del modelo social y económico de la derecha neoliberal. Y eso no va a ocurrir. Tendrá que venir de la alternativa.

¿Por qué no quiso encabezar la moción de censura?
Porque no nos correspondía. Somos solo tres parlamentarios.

Si los dos grandes partidos de la oposición no se ponen de acuerdo, pueden ser un punto de encuentro.
La moción de censura debe servir para convocar elecciones. Si no ha prosperado es porque el PSN no quiere elecciones. Ha preferido salvar el Gobierno de Barcina con su abstención.

¿El fracaso de la moción es el fracaso del cambio?
No. En Navarra estamos en las puertas de un cambio político profundo. El desgaste, la erosión fuerte y grave de apoyos que está sufriendo UPN se va a traducir en una pérdida de la hegemonía política, y probablemente, también del poder. Lo que hay que conseguir es que ese cambio no sea superficial, que sea alternativa a la derecha.

¿Qué entiende por alternativa?
Que desde la mayoría social trabajadora seamos capaces de trasladar una alternativa profunda y extensa, que cambie las prioridades, que trabaje una salida social a la crisis, que se enfrente realmente a las prácticas corruptas y genere otra forma de hacer política. Y que sea una alternativa capaz de superar el frentismo identitario.

Ese ha sido un éxito de UPN, impedir la alianza de las fuerzas de izquierdas con la división identitaria
Esa división es un lastre en términos de sociedad, pero en términos de política alimenta a la derecha. De la misma manera en la que hay que ofrecer una alternativa socioeconómica, también hay que ofrecer una alternativa de pluralidad, y no de confrontación.

¿Cómo se supera una división tan profunda y de tanto tiempo?
Es necesario alcanzar un consenso y un acuerdo de izquierdas e interidentitario. No se trata de que tres o cuatro partidos y coaliciones firmen un programa de Gobierno. Eso habrá que hacerlo en su momento. Lo importante es que el sujeto político, esa mayoría social trabajadora, alcance un consenso que dé contenido, cohesión y fortaleza a la alternativa a la derecha en Navarra. Los acuerdos entre partidos tendrán que ser serios y fundados cuando toque. Pero ahora el reto es construir ese consenso interidentitario y de izquierdas.

El 30 de mayo hay una nueva huelga general con los sindicatos divididos. No es un buen precedente.
El nacionalismo vasco de izquierdas comete un error, y es renunciar y excluir de su política de alianzas el ámbito estatal. Hace falta movilización en Navarra frente al Gobierno de UPN, por supuesto, pero también que las izquierdas no nacionalistas, los sindicatos y los movimientos sociales trabajen de forma conjunta. Si no somos capaces de trabajar en esa dirección debilitamos la respuesta.

¿Cómo se traslada eso luego a la aritmética parlamentaria?
Eso lo decidirán los ciudadanos cuando voten. Pero antes tiene que haber una base social fuerte. Y eso exige un consenso de izquierdas interidentitario que hay que trabajar.

El PSN rechaza pactos con EH Bildu, y habla de gobernar con Geroa Bai e Izquierda-Ezkerra. ¿Ve factible esa fórmula?
Antes hay que pasar por las urnas. En cualquier caso, nosotros no estamos en bloques de partidos, y no excluimos a nadie, ni a EH Bildu ni al PSN. La fuerza y el protagonismo de cada uno lo dirán los ciudadanos.

Sin embargo, las diferencias entre el socialismo y la izquierda abertzale han impedido acuerdos progresistas tanto en el Parlamento como en los ayuntamientos. ¿Qué le hace pensar que esto va a cambiar?
La crisis es tan grande y profunda que está cambiando muchas cosas. Entre ellas el bipartidismo. Lo que ha valido hasta ahora igual ya no vale en el futuro. Quien esté a la altura de lo que pide la sociedad será más reconocido, y quien no esté o no se quiera situar puede ser castigado.

¿Cree que el PSN puede no ser necesario para el cambio?
No lo sé. Lo que sí tengo claro es que la sociedad navarra quiere una alternativa, y premiará a quien vea más comprometido. Si alguien pone obstáculos o no da garantías lo pagará en las urnas.

¿Le falta credibilidad a la nueva apuesta política del PSN?
Que ha perdido credibilidad es evidente, aquí y en el Estado. El bipartidismo está en crisis, y en Navarra el bipartidismo lo representan UPN y PSN. Son los responsables políticos de un modelo y unas políticas que nos han llevado a este desastre social. Así que es normal que haya una pérdida de apoyo y credibilidad.

¿Tienen encuestas?
No hemos hecho. Pero sí tenemos referencias de algunas. Todas muestran un retroceso claro del bipartidismo UPN-PSN.

A nivel estatal, IU se acerca mucho a PSOE. 
Izquierda Unida aspira a llegar al poder y a ser la referencia de izquierdas en el Estado.

¿No es una quimera?
Para nada. Hay un trasvase de votos claro en la izquierda, y un electorado nuevo y joven que se está enganchado a IU.

Tal vez coyuntural, por la crisis.
Lo que está sucediendo es tan grave que los cambios van a ser estructurales, y pueden implicar incluso un cambio de sistema.

Eso convierte a IU y al PSOE en rivales electorales. ¿No puede eso dificultar luego los acuerdos?
Siempre hemos sido rivales. Defendemos políticas y propuestas diferentes. Pero eso no significa que no tengamos capacidad de pactar. Pero siempre en base a unos principios, un programa y con flexibilidad. Ahí está el ejemplo de Galicia, donde Alternativa Galicia de Izquierdas junto con Anova está ya a la altura del PSdeG. Es nuestra línea de trabajo para ser la referencia de la izquierda en España. Es perfectamente posible.


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