miércoles, 27 de febrero de 2013

La solución del Gobierno al paro juvenil es más precariedad

Desde el área de juventud de izquierda unida denunciamos la reciente reforma laboral, aprobada con el Real Decreto-ley 4/2013 de “medidas de apoyo al emprendedor y de estímulo del crecimiento y de la creación de empleo”, que sólo creará más precariedad juvenil, no fomentará el empleo y profundizará aún más la crisis permanente de la juventud, abocada a emigrar del país como única vía.
Con el pretexto de “aumentar la calidad y la estabilidad del empleo, promover la igualdad de oportunidades en el acceso al mercado laboral y fomentar el espíritu emprendedor”, el Gobierno aprueba una nueva reforma laboral en material juvenil, la cual está basada en la flexibilidad laboral externa y en el fomento de la contratación temporal sin causa. El argumento con el que el Gobierno quiere impulsar un nuevo ataque contra los derechos laborales de la juventud, es que “cualquier empleo es mejor que un no empleo”, insistiendo en la línea de la Patronal y utilizando la crisis económica y las altas tasas de desempleo para desregular y flexibilizar cada vez más el mercado de trabajo.
En primer lugar, esta norma crea una nueva modalidad contractual, el denominado “primer empleo joven”. Éste es un contrato temporal acausal, fundamentado únicamente en la ausencia de experiencia laboral para menores de treinta años. Partiendo de esta base, los y las jóvenes podrán ser contratados sin importar si la actividad que van a realizar tiene carácter temporal o indefinido en la empresa, por un periodo de entre tres y seis meses, a tiempo completo o incluso a tiempo parcial.
En segundo lugar, la nueva reforma laboral modifica los requisitos exigidos para la contratación en prácticas, eliminando la barrera temporal que ligaba el empleo a la formación, al imponer un límite de cinco años entre la finalización de los estudios y la contratación bajo esta modalidad para poner en práctica lo estudiado. A partir de la entrada en vigor de la norma, los contratos en prácticas pueden ser utilizados a discreción con toda persona menor de treinta años, sin importar cuando se acabó los estudios. Esta contratación de mano de obra cualificada y excepcionalmente barata (el salario puede oscilar entre el 60 % y el 75 % del fijado en convenio durante los primeros años del contrato) está además bonificada con dinero público en las cuotas empresariales a la Seguridad Social (dichos contratos, durante un máximo de un año, podrán beneficiarse de una reducción de la cuota a la Seguridad Social por del 100% para compañías de menos de 250 trabajadores y del 75% para el resto).
Además de todo esto, se permite la entrada de las Empresas de Trabajo Temporal en la realización de los contratos de prácticas y aprendizaje.
Desde el área de juventud de IU, denunciamos la hipocresía de llamar a esta reforma “una apuesta de estímulo y crecimiento”, porque no existe ninguna intención de favorecer el empleo juvenil, simplemente se utiliza la mano de obra joven para presionar a la baja los salarios y los derechos laborales del conjunto de las y los trabajadores, con el único objetivo de incrementar los beneficios empresariales. Es una vergüenza que los sucesivos gobiernos utilicen a las nuevas generaciones como “carne de cañón” siendo siempre las nuevas generaciones las que nos insertamos cada vez en peores condiciones laborales al mercado de trabajo.
La única forma de solucionar el paro juvenil es a través de la reactivación económica, y ese objetivo se ve cada vez más lejos conforme se profundizan los ajustes estructurales llenos de recortes que deprimen la economía. Es necesario, pues, un verdadero plan de reactivación económica que incluya como eje fundamental de crecimiento el empleo joven. De lo contrario, la generación más preparada de la historia seguirá siendo quien pague “los platos rotos” de una crisis que no hemos generado.
Fuente: jovenesiu.org

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