Resumen de la presentación del libro "Hay alternativas", de Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón
Un cuento de Navidad
En España, 2.192.000 familias que suponen 8.509.000 personas, viven bajo el umbral de la pobreza
La obra de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicada en 1843, se recrea con frecuencia, incluso en el cine, para resaltar el espíritu de la Navidad, haciendo hincapié en la familia, la bondad humana y la celebración familiar. En la actualidad, la descomposición social se traduce en antagónicos valores que hacen de las fiestas navideñas unos días de consumo alocado, ruidosas fiestas y copiosos e insanos banquetes. Todo ello en contraste con los que rebuscan en la basura, y padecen penuria, cada vez más extendida. Nada que ver con la celebrar el nacimiento de Jesús, hijo de un carpintero que fue alumbrado en un pesebre y vivió en la humildad predicando el amor al prójimo y el desapego a lo material. Cada año se celebra su llegada. Se nos oculta deliberadamente la realidad de una existencia que convive con la muerte de 100.000 personas al día por hambre, la pérdida, cada 5 segundos, de un niño menor de 10 años por falta de nutrientes y la especulación alimenticia que precipita a la pobreza extrema a más de 1.000 millones de seres humanos.
En España, 2.192.000 familias que suponen 8.509.000 personas, viven bajo el umbral de la pobreza. Más de 30.000 personas sin hogar pernoctan a la intemperie en las calles en España y, desde que comenzó la crisis, más de 400.000 personas han sido desahuciadas, condenadas a una existencia de exclusión, desconsuelo y sufrimiento.
En nuestro país se regalan enormes capitales de dinero público a la banca privada y se permite a las rentas más altas defraudar a Hacienda 70.000 millones anuales al mismo tiempo que se castiga a los asalariados y pensionistas con la subida del IRPF. La Iglesia no paga impuestos y la Banca Vaticana no es un paraíso celestial precisamente.
Quizá convenga releer la obra del novelista inglés para revivir los tres espíritus del argumento literario y descubrir sanos valores como los de la solidaridad y el amor a los demás, esencia del mensaje cristiano y así evitar que la Humanidad siga adorando al becerro de oro.
Fuente: laprovincia.es
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