viernes, 6 de enero de 2012

¿Las pensiones están a salvo a pesar de un déficit de 668 millones como señala el Ejecutivo?

Las pensiones están a salvo a pesar de un déficit de 668 millones, señala el Ejecutivo

«La situación es peor de lo esperado y harán falta medidas más duras», esgrime la Vicepresidenta ante los números rojos de la Seguridad Social 

El Gobierno puso ayer números al primer déficit que sufre la Seguridad Social desde 1999: los gastos superaron a los ingresos en 668 millones de euros, cantidad equivalente al 0,06% del producto interior bruto (PIB). Es un desfase modesto y que no pone en peligro la solvencia del sistema, pero que contrasta, como destacó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, con el superávit que había previsto el anterior Ejecutivo (0,4% del PIB). El equipo de Rajoy blandió ese balance para destacar que la situación de las cuentas públicas es peor de lo que se esperaban y que serán necesarias «medidas más duras». Aunque los pensionistas «pueden estar tranquilos; las pensiones se pagarán puntualmente», enfatizó Sáenz de Santamaría. 

El sistema de la Seguridad Social vuelve a registrar déficit por primera vez desde el año en el que entró en superávit al dejar definitivamente de financiar la asistencia sanitaria. Y la Vicepresidenta quiso comentar, al final del Consejo de Ministros, que la situación actual recuerda a la de 1996, cuando el PP de José María Aznar llegó a la Moncloa. De aquélla, el Gobierno popular denunció que el desfase de la Seguridad Social era muy superior (86.000 millones de pesetas) al reconocido por el último Ejecutivo del socialista Felipe González. Aunque en aquel momento los problemas estaban sobre todo en el gasto de la sanidad, sin transferir aún a las comunidades autónomas. 

La ministra de Empleo y la Seguridad Social, Fátima Báñez, elevó ayer al Consejo de Ministros un informe sobre el empleo y la «preocupante» situación de la Tesorería General de la Seguridad Social tras la publicación, el pasado martes, de los datos de paro y afiliación al sistema. De acuerdo con dichos datos, el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) se situó al finalizar diciembre en 4,42 millones de personas, tras subir en 322.286 desempleados en el conjunto de 2011, con un aumento porcentual del 7,86% respecto a 2010. Por su parte, la Seguridad Social cerró 2011 con un descenso medio de 355.060 afiliados (-2%), tras registrar en diciembre 18.609 cotizantes menos (-0,1%), con lo que el total de ocupados, en términos promedios, se situó al finalizar el ejercicio en 17.229.922. 

Durante la rueda de prensa para valorar estos datos, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, confirmó lo avanzado por el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro: que la Seguridad Social iba a terminar el año 2011 con déficit y no con superávit. Preguntada por si el Gobierno del PP había sido informado por el Ejecutivo socialista de que la Seguridad Social cerraría 2011 en «números rojos», Soraya Sáenz de Santamaría explicó ayer que el entonces secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, les dijo que veía «muy difícil» cumplir con el objetivo de superávit (0,4% del PIB). «Lo que no se nos dijo es que se iba a producir una desviación de casi medio punto», ha precisado Sáenz de Santamaría. 

CC OO salió ayer al paso del Gobierno y aseguró que la Seguridad Social goza de mayor equilibrio económico y financiero que en 1996, y subraya que el acuerdo de febrero de 2011 que reformó las pensiones «garantiza» a medio y largo plazo la sostenibilidad del sistema público de pensiones. 
Fuente: lne.es


"El 80% del peso del alza del IRPF recaerá sobre pensionistas y trabajadores"


Subir el impuesto de sociedades un 5% -del 30% al 35%- a las grandes empresas, aquellas que facturan más de 45 millones de euros y cuyos beneficios superen el millón de euros, permitiría recaudar casi tanto como todos los primeros ajustes anunciados por el Gobierno de Rajoy juntos: Casi 14.000 millones de euros. Aún más: Con sólo reducir en diez puntos la economía sumergida en España, la Administración podría recaudar cada año más de 38.500 millones adicionales, más del doble de los 16.500 millones que en un principio preveía ahorrar el nuevo Ejecutivo en 2012. Son algunas de las medidas alternativas al ajuste que proponen los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), con cuyo presidente, Carlos Cruzado, ha hablado Diagonal.

El Real Decreto Ley de medidas urgentes que aprobó el Consejo de Ministros el pasado viernes, "el inicio del inicio" (en expresión de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría) supone una reducción del gasto de 8.900 millones de euros y un aumento de los ingresos de 6.275 millones de euros. "Ajustes que recaerán en su mayor parte sobre las clases medias y bajas", aseguran desde Gestha. De hecho, según sus cálculos, el 80% del peso del alza del IRPF recaerá sobre pensionistas y trabajadores.

Este colectivo, el más representativo dentro de este Ministerio y de la Agencia Tributaria, propone otras medidas alternativas a nuevos ajustes muy distintas a las aplicadas por el recién estrenado Gobierno ’popular’: Impuestos sobre la Riqueza; la modificación de las SICAV,"un coladero del fraude" de las grandes fortunas, que además saben bien cómo evitar rendir cuentas con el Fisco; Impuestos a las Transacciones Financieras Internacionales en el marco de la OCDE; o luchar contra la economía sumergida, que supone cerca de 245.000 millones anuales, el 23,3% del PIB.

Los ingresos más bajos aportarán 2.065 millones de euros y los más altos, 465
Y es que, efectivamente, según las cifras que Gestha ha hecho públicas en una nota, la subida del IRPF aprobada por el Gobierno el pasado viernes costará de media 222 euros anuales a cada contribuyente y recaerá en su mayor parte sobre las clases medias y bajas con ingresos por debajo de los 33.000 euros anuales -que representan el 85% de los trabajadores-.

 Los tramos de ingresos que se mueven en torno al mileurismo (hasta 17.700 euros brutos anuales, el 55% del total) y los que no llegan a 33.000 euros, unidos al de los asalariados que no alcancen los 53.400 euros, aportarán en conjunto unos 2.065 millones de euros anuales, lo que supone más de la mitad de los 4.111 millones de euros que el Ejecutivo prevé recaudar gracias a esta subida temporal del IRPF. En el extremo opuesto, el peso total de la aportación de los trabajadores más ’afortunados’ -aquellos que ganan más de 300.000 euros anuales y que apenas suponen un 0,2% del total- no alcanzará siquiera los 465 millones de euros.

Junto a estos cambios, la modificación del IRPF también afectará a los ingresos provenientes del ahorro. "En cualquier caso, el aumento de los gravámenes al ahorro tan sólo generará unos 1.246 millones de euros anuales, por lo que el 80% de la nueva subida recaerá una vez más sobre los trabajadores -incluidos los desempleados y pensionistas- y no, como hubiera sido deseable, sobre otros rendimientos más vinculados a los grandes patrimonios, como los de capital", aseguran los técnicos de Hacienda.

Por si fuera poco, otra de las consecuencias de esta modificación del IRPF es que la actualización de las pensiones apenas se notará en el bolsillo de los jubilados, y en algunos casos se verá incluso neutralizada por la subida de impuestos.

Por ejemplo, según los cálculos de Gestha, en nuestro país hay más de un millón de pensionistas (el 13,4% del total) que, al percibir prestaciones por encima de los 22.000 euros durante el pasado año, verán eclipsada su revalorización y terminarán perdiendo poder adquisitivo durante el próximo año.

Fuente: diagonal


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