viernes, 24 de mayo de 2013

Caridad García desconfía del ofrecimiento de diálogo de Wert sobre la LOMCE por "tardío" y porque sólo supone "ofertar un papelito para ver si llegamos a acuerdos"

Réplica de la diputada y portavoz de IU en Educación en la comparecencia del ministro de Educación ante la comisión del Congreso

"Bienvenido a esta Comisión, señor ministro, muchas gracias por ese repaso que ha hecho a las continuas comparecencias que algunos grupos parlamentarios habíamos pedido y que, finalmente, ha sido muy ‘ligerito’ lo que ha dicho porque no ha tenido a bien comparecer hasta este momento, a pesar de la persistencia para que compareciera en la misma.
 
Yo voy a empezar por una cosa que usted ha manifestado, señor ministro, y que una vez más me llama poderosamente la atención. Ahora…, ahora, usted dice que vamos a tener un pequeño guión o un pequeño papel para mantener encuentros bilaterales entre los partidos políticos que estamos aquí. Señor ministro, yo se lo voy a decir con todo el respeto que me merece: no se ría usted de nosotros, por favor. ¿Ahora? ¿A estas alturas viene usted a ofertar a las organizaciones políticas con representación en este Parlamento un papelito para empezar a ver si llegamos a acuerdos? ¿No le parece que es un poco tarde? ¿No? ¿A usted no se lo parece? ¿Cuando ya tenemos que iniciar un trámite parlamentario donde todos podremos decir lo que opinamos y qué hacemos con esta ley, ahora dice usted que no es tarde para ofrecernos un papel?
 
En fin, tiene usted un concepto absolutamente diferente del que podemos tener nosotros. No me extraña que diga usted que hay poco consenso con esta ley. Mire usted, es que no hay consenso, no hay ni poco ni mucho, ¡es que no hay consenso! Una vez más este señor al que todos se refieren, ‘don Senso’, no aparece nunca si no es en la pura palabrería que una y otra vez se dice. ¿Sabe usted qué corre ya por los mentideros de esta Comunidad de Madrid y me imagino que por los de otras comunidades de este país? Que esta ley es la ley de ofensa y mofa de la comunidad educativa; o que esta ley es la ley de ordeno y mando de la Conferencia Episcopal. Y seguramente habrá muchas más cuestiones relacionadas con el acrónimo de la misma.
 
En esta ley lo único que usted ha conseguido, como ya le ha dicho algún portavoz anterior, no ha sido ningún tipo de consenso, efectivamente, lo que ha conseguido usted es el mayor disenso y la mayor confrontación de la historia. ¡La mayor confrontación de la historia! Usted se queja de que haya alguien por ahí, alguno que en un medio de comunicación utiliza un lenguaje bélico. Perdóneme que le diga, señor ministro, que el lenguaje bélico lo ha provocado usted mismo. Usted mismo, aquí, en este Parlamento, ha sido belicista con muchas comunidades autónomas y lo sigue siendo con la ley. Por lo tanto, lenguaje bélico, el suyo; lo demás solamente son respuestas a ese lenguaje bélico. Aquí se ha dicho que es una reforma de la anterior ley. Efectivamente, hay cosas de la otra ley que a nosotros también en un momento no nos pudieran gustar. Pero es una contrarreforma de la ley.
 
Además en toda esta confrontación ha puesto en su contra a toda la comunidad escolar: padres, madres, alumnos, alumnas y al sector docente de la comunidad escolar. Todos, no ha quedado nadie que no se haya puesto en contra suya. Usted ahora nos dice que es una educación para una economía inteligente. ¡Interesante término, no se lo voy a negar! Muy interesante. Que servirá seguramente para que nuestros alumnos y nuestras alumnas tengan una movilidad exterior igualmente interesante.

Usted sigue hablando de la formación profesional dual, de la formación profesional modelo alemán. Es verdad que introduce un nuevo modelo, introduce la formación profesional básica, que ya veremos qué es eso. Y usted introduce ese modelo pese a que todo el mundo en este país le ha dicho que es un modelo imposible. Incluso sus comunidades autónomas. Que es imposible su implantación porque usted bien sabe que el modelo empresarial en este país es en el 90% mediana y pequeña empresa. ¿Cómo va usted a organizar en todo el conjunto del Estado ese modelo de formación profesional dual? Se lo hemos preguntado por activa, pasiva y perifrástica y usted no nos ha contestado ni una sola vez. Ni una sola: hoy tampoco.
 
Usted dice que el objetivo de la ley -lo dice siempre, claro, ese es su mantra y me parece bien- es la tasa de abandono escolar y la tasa de personas que no terminan, alumnos y alumnas que no acaban. ¿Me quiere usted explicar -ya se lo han preguntado también otros- cómo con los recortes que tenemos en educación, con los recortes que llevamos va a conseguir ese logro? ¿Con la financiación que le va a venir de Europa? ¿Me quiere usted contar también a mí a qué acuerdos ha llegado con Europa, con Bruselas, para que se financie toda una Ley orgánica de educación? ¡Toda una ley, no parcelas de la misma, señor ministro! Toda una Ley orgánica de educación. ¿Me quiere decir usted cómo? ¿Todos los fondos europeos para nosotros? ¿Qué nos va a costar eso? ¿Qué nos va a costar a todos los ciudadanos y ciudadanas eso? Me gustaría que también eso nos lo dijera.
 
Usted, además, sabemos que tiene un compromiso con Europa. Ese sí lo sabemos, usted tiene el compromiso de llegar al 3,9% del PIB en inversión educativa. ¿Sabe cuál es la media europea? Esa usted no la dice nunca, está en el 7%. ¡Está en el 7% y usted en el 3,9! Mire, usted puede hacer los gestos que quiera pero eso es una realidad, y se lo digo sinceramente: me importan muy poco los gestos que usted haga cuando le estoy diciendo lo que le estoy diciendo.
 
El otro día usted dijo una cosa, señor ministro, que dije ayer por la tarde porque usted manifestó una cosa que hubiera sido suficiente para que el Gobierno, su grupo, le hubiera destituido inmediatamente. Porque o usted no supo explicarse, y si no supo explicarse, que también le hubieran destituido, porque dijo usted una cosa de juzgado de guardia. Usted vino a decir que el abandono escolar no se producía en las clases medias altas o en las clases altas. Eso significa que solamente se produce en las clases bajas. Es decir, que los talentos de los que usted habla en su ley van definidos en una determinada clase social y no van definidos en otra. No encontramos otra explicación, señor ministro. Y si usted no ha sabido explicarse, pues ese es un problema suyo, no nuestro.
 
Porque lo que sí es cierto es que en su ley establece una serie de rankings. Es decir, introduce el mercado dentro del sistema educativo estableciendo rankings entre los centros educativos y eso significa el final del sistema educativo, al menos del público, en este país. Eso es lo que significa. Porque si no usted me va a decir cómo va usted a evaluar y cómo va a financiar, dentro de esos rankings, a los diferentes centros educativos y quiénes van a ser aquellos centros educativos que van a tener más posibilidades por encima de otros centros educativos en función de dónde se ubiquen.
 
Porque lo que tampoco nos puede contar desde luego es que ustedes, tal como dicen en la exposición de motivos, van a trabajar para que aquellos alumnos que tengan dificultades puedan superar la situación en la que se encuentran. ¿Sabe por qué no? ¡Porque cada vez hay menos docentes, porque cada vez son más los alumnos por aula y porque, además, ustedes disminuyen considerablemente aquellos recursos económicos que tienen que ir destinados precisamente a que esos alumnos puedan tener esa facilidad de poder equilibrarse y llegar a estar en la misma situación que el resto de los alumnos!
 
Es verdad que usted no cree -lo dijo usted, está negro sobre blanco- que la educación tenga que ser democrática. Usted ya lo dijo en una ponencia que hizo para la FAES y, por lo tanto, en esa línea usted lo primero que hace es cargarse la participación de los ciudadanos y las ciudadanas dentro del sistema educativo. Usted se carga la participación porque deja a la comunidad educativa bajo mínimos en cuanto a su relación con los centros y la gestión de los centros educativos. Y es verdad, tiene razón el señor Álvarez, es verdad que hay un componente ideológico. Dice que tiene que haberlo en todos sitios y aquí es profundamente ideológico. Es una ley absolutamente neoliberal y muy ideológica.
 
Voy a terminar para dar paso a mi compañero. Yo le voy a decir que sí vamos a presentar una enmienda a la totalidad. Que vamos a presentar esa enmienda a la totalidad precisamente para ofertarle eso que usted nos dice ahora, para llegar a ese tema con dice usted con Irlanda, con los grupos políticos. Porque si no, de otra manera va a ser imposible. Y también le voy a decir, y con esto sí termino, dos cosas. Mire usted, el tema de religión es una cuestión de fe única y exclusivamente, y España es un Estado aconfesional, por lo tanto es anticonstitucional que se implante la religión en las escuelas y que, además, sea evaluable. Y sí, me contará usted cómo y de qué manera aquellos centros que segregaban por sexos buscarán justificarse. Pero eso no significa que hagan educación y que eduquen en igualdad. En absoluto, señor ministro."

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