Decir, como ha hecho el ministro Margallo, que lo que él llama solidaridad de España con Grecia ha impedido al gobierno del PP subir el desempleo y las prestaciones es un acto cargado de sinvergüencería política.
Es habitual que ministras y ministros y portavoces del PP mientan descaradamente, como lo hizo Rajoy cuando reiteradamente afirmó en sede parlamentaria que el rescate a los bancos no le iba a costar nada a la ciudadanía española.
Pero que lo hagan habitualmente no significa que debamos acostumbrarnos. Por eso creo que debe denunciarse la desvergüenza de las declaraciones del ministro Margallo.
Ni los miles de millones que el PP dice que España ha aportado al rescate de Grecia son tales, ni las aportaciones de los países europeos a los diferentes fondos de rescate han sido para salvar a Grecia, o sea a su ciudadanía. Como es evidente, estos recursos han sido para salvar bancos e inversiones y pagar deudas, que en su inmensa mayoría son a entidades financieras. Eso ha sido así en Grecia y en España.
Por si fuera poco, las ciudadanías griega y española están pagando muy duramente estos rescates bancarios, con ajustes salariales y de derechos y con una deuda que puede condenar a varias generaciones a trabajar para devolver los créditos a unos entes acreedores que quieren irse de rositas de la crisis.
Por eso tiene tanta importancia apoyar al pueblo y al gobierno griego en sus intentos de renegociar los términos de la deuda y la convocatoria de una Conferencia Europea sobre la misma, que consiga acuerdos de futuro más equilibrados entre partes deudoras y acreedoras, como se hace con las deudas privadas.
Y esa debe ser la razón de la agresividad del gobierno español contra Grecia. Porque si el gobierno griego consigue salir adelante, va a dejar al descubierto la mezquindad del gobierno español, duro con quien es débil y cobarde con quien tiene poder.
Pero en esa estrategia política al servicio del PP y en contra de la ciudadanía española, hoy Margallo ha sobrepasado todos los límites de la decencia política.
Intentar confrontar a las personas en paro y pensionistas de España con las de Grecia, diciendo que lo que él llama “solidaridad de España con Grecia” ha impedido subir prestaciones por desempleo y pensiones en España, merece pasar al récord Guinness de la sinvergüencería política.
Que son insaciables en sus intereses económicos, ya lo sabemos; que no tienen límites en su capacidad de mentir, lo hemos comprobado en estos años; pero hoy Margallo ha sobrepasado todos los límites de la desvergüenza.
Fuente: El Bloc del Coscu
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