lunes, 7 de julio de 2014

Entrevista a Alberto Garzón: 'Quiero la revolución y me dan igual las siglas'.

  • 'Si hay que cambiar a IU el nombre para encontrarnos todos, adelante'

  • 'Tengo encomendado crear un bloque social histórico que transforme la sociedad'

  • 'La Constitución refleja una sociedad que ya no existe y hay que modificarla casi entera'

  • 'No reconozco a Felipe VI. Y aforar al Rey esconde más cosas'

  • 'La corrupción en la Casa Real no empezó con Urdangarin'

  • Alberto Garzón
    Muchos le ven como la gran esperanza dentro de IU, el hombre que será capaz de evitar que Podemos le coma la merienda a la coalición que lidera Cayo Lara. No niega que tiene ambición política y que está dispuesto a presentarse a las primarias.
    En su despacho del Congreso hay una gran bandera republicana y un tablero de ajedrez con una partida a medias, que le sirve para desconectar. «Nos enseñaron a jugar en el instituto y desde entonces no lo he dejado». Alberto Garzón (Logroño, 1985) es el diputado más joven de la legislatura pero, en su caso, juventud no es sinónimo de inexperiencia. Se inició en la cosa pública en las Juventudes Comunistas, aunque se define como socialista y republicano y tiene un discurso radical pero tranquilo.
  • ¿Es usted el hombre llamado a liderar IU, a sustituir a Cayo Lara y a representar a una nueva generación de jóvenes comunistas?
  • Tengo una ambición política, no personal, y compartida con el resto de la militancia de IU, que es transformar la sociedad. Estoy dispuesto a asumir responsabilidades, pero enmarcadas en un proyecto político y por una decisión colectiva. En este momento, el liderazgo de Lara como coordinador no está en cuestión. Sólo se ha abierto un proceso de primarias que ya veremos cómo prospera.
    ¿Pero va a ser candidato en estas primarias?
    Ahora vamos a debatir el proyecto político, y después le pondremos cara, pero sólo después. No entraremos en una especie de Operación Triunfo, de maquillaje de la política -como están haciendo otros-, sobre nombres y no de ideas. Estaré dispuesto a presentarme a las primarias abiertas a simpatizantes si las condiciones se dan. No me descarto, y sería deshonesto ocultarlo.
    Cuando habla de operación de maquillaje, ¿se está refiriendo a las primarias del PSOE?
    El problema del PSOE no son sus candidatos a primarias, sino que ha traicionado a su militancia y a sus votantes, ha diluido su identidad socialista y cada vez se parece más al PP. Incluso han votado con ellos para la Presidencia del Parlamento Europeo dentro de un pacto PP-PSOE de reparto de sillones.
    ¿Qué diferencias hay entre usted y Pablo Iglesias?
    Hay muchas diferencias, pero muchas cosas en común, y eso es lo que nos puede permitir tejer proyectos compartidos y convergentes. Queremos superar el sistema político del 78 y afrontamos una nueva forma de entender la democracia y la economía. Lo que nos puede diferenciar es la estrategia comunicativa.
    ¿En qué sentido?
    Iglesias, por ejemplo, renuncia a definirse de izquierdas o de derechas o utiliza conceptos como casta política, que yo no puedo compartir, por injustos. No creo que haya una clase política, sino políticos de distintas clases. Los programas políticos de Podemos e IU se asemejan mucho, vienen de la misma tradición.
    Defínase a sí mismo ideológicamente...
    Soy socialista y republicano e identifico en el capitalismo la causa de los mayores problemas de esta sociedad, como el desempleo y la pobreza. Soy republicano porque soy muy demócrata y creo en los valores de la Ilustración, del Estado de Derecho y de la participación política.
    ¿Es comunista?
    Sí, soy miembro del Partido Comunista.
    ¿Porqué se define como socialista y no como comunista?
    El comunismo es un tipo de socialismo. Creo en la necesidad de superar el capitalismo, pero claro, no tomando como modelos la extinta URSS o Corea del Norte. Yo no tengo modelos porque se puede aprender de todos. Si vamos a construir una nueva sociedad, tenemos que nutrirnos, por ejemplo, del Estado del Bienestar noruego, de la participación política de Suiza, de los instrumentos revocatorios en Venezuela o California... Aprender de las mejores experiencias y corregir lo que ha fallado, y eso implica no ser dogmático, no calcar un modelo.
    ¿Hace distingos entre dictaduras de derechas y de izquierdas?
    Yo hago distingos entre todo. Si por dictadura entendemos que hay procedimientos que no se dan, con partidos políticos que se presentan a unas elecciones, podríamos decir, por ejemplo, que Cuba es una dictadura y que Venezuela no lo es, porque hay esos procedimientos. Si decimos que democracia es que los ciudadanos tengan sanidad, educación y las mínimas condiciones para desarrollar su vida digna, ni siquiera en España hay democracia.
    ¿De verdad cree que en España no tenemos una democracia plena?
    Tenemos una democracia aparente, en términos procedimentales. Vamos a las elecciones, tenemos partidos y un Parlamento. Pero Draghi manda más que el Congreso, Botín manda más que Rajoy, la troika manda más que el Gobierno y el poder no está en los ciudadanos, sino en los partidos. Y, dentro de ellos, en los aparatos. Por eso en España hay una democracia que podría llamar limitada, o de mínimos.
    Podemos les está comiendo a ustedes la merienda. ¿Por eso le han encargado a usted que tienda puentes que hasta ahora negaban?
    Podemos no nos está comiendo la merienda. Para nosotros no son competidores No es IU quien debe estar preocupada por Podemos, sino el PSOE. A mí se me ha encomendado crear una especie de frente amplio, de bloque social histórico, que permita confluir a todas las fuerzas que estén por la labor de transformar la sociedad. Eso incluye a Podemos, pero también a otras fuerzas.
    ¿Como cuáles?
    Como Equo, Iniciativa, Anova, la Chunta, etcétera.
    Quieren crear una alternativa a la izquierda del PSOE. ¿Es factible?
    Sí, es factible y necesario. El bipartidismo ha caído, aunque no está muerto. Tiene un 50% de los votos. Y a la izquierda del PSOE hay un porcentaje de voto equivalente al 20%, si no más, que podemos multiplicar si somos inteligentes.
    ¿Englobarían en IU a esas formaciones u optarían por otras nuevas siglas con Podemos?
    Lo importante son los programas y los proyectos, no las siglas. Quiero hacer la revolución y me da igual las siglas con las que se haga. Soy miembro del Partido Comunista y creo que el instrumento útil es IU, pero si hay que cambiar el nombre para ir a un lugar donde nos vamos a encontrar todos, adelante.
    A algunos compañeros del PCE les va a poner de los nervios...
    Lo sé, pero no soy un patriota del partido, sino de las ideas. Y eso va por encima de las siglas. El Partido Comunista dio un ejemplo de generosidad en 1986 creando IU. Y ahora tenemos que aceptar instrumentos nuevos y crear incluso unas nuevas siglas junto a otros.
    ¿Cree, como Podemos, que el terrorismo tiene explicación política?
    El terrorismo no tiene ninguna justificación, nunca. Pero cuando es un terrorismo político puede explicarse desde el punto de vista de conflictos, ya sean identitarios nacionales o étnicos. El terrorismo se puede explicar políticamente, pero no justificar.
    ¿Y el terrorismo de ETA tiene una explicación política?
    El terrorismo de ETA tiene una explicación original política, por una cuestión de identidades nacionales que se han enfrentado. Pero lo que ocurre con ETA es que es una mafia y utiliza un discurso político para encubrir actos criminales.
    ¿Y cómo le dice a los familiares de los mil asesinados que ETA tiene una explicación política? ¿Sitúa a los verdugos y a las víctimas en el mismo lugar?
    No, no se puede poner nunca en la misma línea a los terroristas y a las víctimas. Pero ser víctima no te concede la razón.
    ¿Qué le parecen las noticias que vinculan a Iglesias con Herrira?
    Esa organización era legal cuando se produjeron esos encuentros, en los que participaron no sólo Iglesias, también ERC, el PSOE, IU... Detrás hay un intento de criminalizar a Iglesias porque el fenómeno Podemos puede dejar fuera el bipartidismo, y eso ha asustado a muchos.
    Ha descalificado la Transición. ¿Cree que los esfuerzos de gente como Santiago Carrillo fueron baldíos?
    La izquierda y el PCE hicieron lo que se pudo, pero lo que pretendían no se pudo conseguir porque el franquismo ganó la batalla.
    Vamos, que la Transición para usted fue un fracaso...
    Nos dio muchos elementos positivos, pero fue una Transición tutelada por el Ejército y la Monarquía. No fue un proceso democrático ni rupturista con la dictadura y, en ese sentido, fue un fracaso. Por eso algunos queremos un proceso constituyente, porque las formas políticas del 78 están agotadas. Los que nos trajeron aquí no nos van a sacar de aquí.
    ¿Y eso se soluciona con quitar de en medio a una generación?
    Tenemos que avanzar hacia unas nuevas reglas del juego que coarten e impidan la corrupción, la política del caciquismo, del enchufismo y de las redes clientelares. ¿Eso es cuestión de edad? No necesariamente, pero sí un elemento simbólico. La gente quiere algo nuevo y cree que eso nuevo se tiene que construir con gente nueva, pero la juventud no es un valor en sí mismo. Yo considero de mi generación a Anguita o a Beiras.
    ¿Y a quién más?
    A Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Eduardo Madina...
    ¿Y a Sáenz de Santamaría?
    No, es de mi generación por edad. Pero no de mi generación política. No veo a nadie en el PP dispuesto a hablar de una nueva política.
    Cuando usted pide un cambio en la Constitución, ¿a qué se refiere?
    La Constitución del 78 refleja una sociedad que ya no existe y hay que modificarla prácticamente entera. Vamos a establecer rendición de cuentas, fiscalización de los representantes, transparencia, revocatorios para expulsar a quien no cumpla a lo largo del mandato, etcétera.
    ¿Qué le parece que IU esté sosteniendo al PP en Extremadura?
    Soy muy crítico, me parece un pacto insoportable. El PP significa la antítesis de IU y no deberíamos dejar que una comunidad o un ayuntamiento fuera dirigido por una ideología tan contraria. Tampoco aprobaría una alianza con el PSOE.
    Lo que no les ha salido bien es el debate Monarquía-República aprovechando la abdicación.
    Con la abdicación ha habido una estrategia del poder económico y mediático para frenar cualquier debate sobre la República. Yo no reconozco a Felipe VI como Rey. Legalmente es el Rey, pero la legitimidad no se la doy y combatiré siempre los privilegios de la Familia Real.
    No parece que haya un clamor para cambiar la forma de Estado.
    Al contrario, yo creo que será Felipe VI, el breve.
    Eso dijo Carrillo de Don Juan Carlos y ha llegado hasta ahora...
    Carrillo se equivocó, pero el contexto hoy es diferente. El pacto que dio a Juan Carlos el trono en su momento está roto. No están los nacionalistas, ni el Partido Comunista. Están solos PP y PSOE y Felipe VI con sólo esos apoyos puede naufragar. Aunque sea por una cuestión generacional, porque la mayor parte de los jóvenes se declara republicana, será Felipe, el breve.
    De momento es el Rey y usted un diputado. ¿Irá si le convoca?
    Para mí no es el Rey, sino el ciudadano Borbón. No tengo ningún problema en reunirme con él, porque soy una persona educada, pero iré con mis principios por delante. Y le trataré como a otro ciudadano.
    ¿Por qué se negaron en IU a aforar al Rey Juan Carlos, cuando ustedes disfrutan de ese privilegio?
    Porque, más que un aforamiento, es un encubrimiento para mantener el relato mitificado sobre su papel de la Transición, especialmente en el 23-F.
    ¿Está insinuando que el 23-F fue amparado por el Rey?
    No, digo que el relato mitificado de Juan Carlos no tiene sostén en pruebas, porque los documentos que pueden aclarar lo que pasó están clasificados. Además, el aforamiento del Rey esconde más cosas.
    ¿Qué más se esconde?
    Creo que esconde una red de negocios personales. Pienso que el Rey maneja dinero a través de la intermediación comercial que ha hecho como representante, en teoría, de España con grandes empresas y gobiernos como el de Arabia Saudí. La corrupción en la Casa Real no empezó con Urdangarin.
    ¿El procesamiento de la Infanta Cristina es un ejemplo de normalidad democrática?
    No hay nada de normalidad democrática en el caso Nóos. Sólo ver el comportamiento del fiscal, las facturas falsas de Hacienda, la defensa a ultranza que ha hecho el presidente del Gobierno de la Infanta...
    ¿Lo de la sicav ha sido la excusa para que IU prescinda de Meyer?
    No. Creo que Willy ha sido consecuente y coherente. Cualquier ciudadano, si quiere, se puede hacer un plan de pensiones privado, pero no con dinero público.
    ¿Usted prevé una Cataluña independiente y es partidario del derecho de autodeterminación?
    Soy partidario del derecho a decidir, pero si en Andalucía, mi tierra, se propusiera salir de España, yo votaría que no. Mas se ha envuelto en la bandera catalana para ocultar que su política de derechas es un fracaso, como la política de Rajoy, y al final los votos los va a obtener ERC.
Fuente: elmundo.es

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