martes, 6 de mayo de 2014

#Europeas2014. CLI-AS (Alternativa Socialista). Carlos Martínez: "Europa sumisión o reconstrucción. Democracia o autoritarismo".

POR UNA POLÍTICA EXTERIOR EUROPEA MUY DIFERENTE
Con matices, cierto, pero el mundo vuelve a estar partido en dos. Ya no hay una muralla ideológica definida más allá de la forma de entender la mundialización y/o vivir o no la pst-globalización o una suerte de capitalismo nacional. El autoritarismo tiene claros exponentes en ambas ubicaciones y el capitalismo con matices nacionalistas y/o “globalizadores” tiene su lugar en ambas partes. Aunque las potencias que tratan de luchar por la igualdad de sus pueblos, su independencia y al menos debilitar el neoliberalismo, se encuentran todas ellas en el bando opuesto a al partidario de la hegemonía militar de los EE.UU y su dominio mundial, en alianza con las antiguas potencias coloniales europeas.
También en esto, es decir un posicionamiento político-militar, puede haber matices. Pero la arrogante posición de los EE.UU y su aliada y auxiliar Unión Europea, cada vez polariza más las posiciones de terceros. Los pueblos del mundo, no somos sino marionetas en este juego económico, militar y energético en el que las grandes transnacionales y bancos europeos y norteamericanos tratan de salvaguardar su poder y su dominio. No está en juego la democracia, esta se encuentra tan devaluada y manipulada ya en Europa /UE, que lo mismo que criticamos de otras pseudodemocracias ocurre en las nuestras. El envoltorio es diferente, los oligarcas más difuminados –escondidos en consejos de administración y clubs aristocráticos de poder- e incluso menos brutos en apariencia, pero con los medios de comunicación de masas todos ellos en sus manos y las de bancos y grandes conglomerados empresariales privados, que a su vez nuestros oligarcas poseen. Al igual que varios de estos personajes “ocultos” son reyes, jefes de estado, banqueros.  Los Gobiernos controlados por agentes y altos funcionarios defensores del sistema de injusticia, sean cuales sean los adjetivos calificativos que utilizan, así como nombres e historia. Solo una profunda reacción social, democrática y popular puede devolver las instituciones de gobierno y control a los pueblos y a las clases trabajadoras.
Hagamos algo de historia sobre la izquierda y la idea federal europea. La construcción europea, la idea de una Europa unida, no proviene dese luego de las izquierdas de los años treinta. Ni los socialistas, ni menos los comunistas de la época están entre los fundadores de la idea europea. Esta lo es de radicales burgueses, liberales y democristianos bien intencionados. Las izquierdas, todavía son internacionalistas, que no europeístas y el avance del fascismo es su principal preocupación. Además la creencia de los austro marxistas muy extendida entre las izquierdas socialistas, los socialistas españoles e incluso franceses entre otros y muchos sindicalistas socialdemócratas, en la lucha de clases, alejaba de su imaginación la idea de un gobierno europeo burgués. De hecho a Pablo Iglesias, ya fallecido en esta época, incluso le costó mucho asumir la necesidad de la coalición republicano-socialista ante una ley electoral injusta que favorecía el caciquismo y limitaba mucho el derecho a voto, durante la Monarquía de Alfonso XIII. Los comunistas que comienzan a afianzarse a partir de bien iniciados los años veinte y sobre todo inicio de los 30 del siglo pasado, tienen sus ojos y pensamiento en la URSS y por tanto no ven otro estado más que el proletario. Serán los Frentes Populares ante el avance fascista, los que permitan amplias alianzas democráticas social-comunistas y pequeño burguesas liberales o radical burguesas como ocurre con la República Española. Pero Europa es para ellos una forma de entender la vida y la cultura, no una aspiración de gobernanza unitaria. Es más todos ellos creen firmemente en el estado-nación.
La idea de la Unión para gobernar Europa, toma forma tal y como demuestra Joan Garcés en su obra “Soberanos e intervenidos” en el estado mayor de las fuerzas aliadas en plena segunda guerra mundial, al trabajar dos tenientes coroneles uno británico y otro estadounidense en un proyecto sobre como gobernar Europa tras la derrota del nazismo, preocupados también por las resistencias populares y partisanos de izquierdas que combaten al ejército alemán, con éxito en bastantes ocasiones, muchos de ellos comunistas y un ejército rojo en ofensiva.
Luego ya liberada Europa del nazismo, surgen por un lado la zona de ocupación soviética liberada por el Ejército Rojo, excepto Austria y por otro lado en la zona liberada por los aliados occidentales dos fórmulas de establecer sólidas alianzas, que en el antiguo frente occidental se materializa en un mercado común, primero del carbón y del acero y después de más mercaderías. Pero mercado al fin y al cabo que junto a la OTAN o NATO, verdadera construcción política y alianza militar forma su entramado institucional supra-nacional, frente a lo que poco tiempo después será el Pacto de Varsovia. Es la guerra fría. Es el predominio de los equilibrios militares en el mundo, entonces sí, bipolar.
Es pues el origen de la Unión Europea mercantil, comercial y militar en lo político. En consecuencia, estamos ante un ente burocrático con amplia influencia empresarial y sin democracia. Resulta curioso que la construcción europea supranacional no tiene democracia en el interno de sus instituciones, tan solo indirecta y muy alambicada. Es pues la construcción capitalista perfecta. Los bancos y grandes empresarios, mandan, una casta funcionarial controla y los gobiernos de los estados deciden y conforman el legislativo. El Parlamento Europeo tiene escasas competencias reales y no controla el gobierno ni siquiera con la capacidad de nuestros devaluados parlamentos nacionales y/o estatales. La UE es el único proto-estado o la creación por parte de estados, en el que el ejecutivo y el legislativo son lo mismo y que se rige por una serie de tratados internacionales, que en realidad son mercantiles y económicos más que propiamente políticos, aunque se trate de una arquitectura política.
La guerra fría que impregna todo durante años, además, permite a las ciertamente combativas clases trabajadoras de la Europa Occidental alcanzar y conquistar el bienestar y muchos derechos sociales. Conquistados, que no regalados y en cuya consecución los sindicatos, las socialdemocracias de la época y los comunistas italianos y franceses tienen un decisivo papel. En Europa occidental, que no en el Mercado Común Europeo se conquista un aceptable grado de bienestar y unos estados keynesianos que cuando las condiciones socio-políticas, mercantiles y sobre todo políticas y militares cambian comienza a ser cuestionado primero y destruido después. Con el triunfo conservador de Margaret Tatcher la correlación de fuerzas se rompe en beneficio de las clases poseedoras y los partidos conservadores arrasan con todo, incluida la ideología social y de reparto que hasta entonces ha primado. No es solo la caída del muro de Berlín, la causa de la derrota de las clases obreras de Europa occidental, que comienza ya en los años setenta, es decir antes del hundimiento de la URSS. A esta derrota se suma el abandono de las ideas al menos de control del capital de las socialdemocracias, incapaces ya de hacer otra cosa que pactar con liberales y democristianos, primero para salvar los muebles y después al objeto de sobrevivir como casta política profesional. La UE a partir de los años 70 del siglo XX, es fruto del acuerdo entre las oligarquías políticas socialdemócratas, liberales, conservadoras y democristianas.
Sobre esa derrota ideológica de las izquierdas y sindical de las clases trabajadoras se construye y perfila lo que hoy es la UE y si no veamos las fechas de los grandes tratados que comenzando por Maastricht y siguiendo por la nonata Constitución Europea, Tratado de Lisboa etc., configuran el espacio más ideológicamente neoliberal y más desregulador del mundo que hoy es la UE, en el que ya ni siquiera las formas sociales se mantienen. A ellos hay que añadirle el ingreso masivo y repentino de Repúblicas del Este europeo, con democracias muy débiles, extremas derechas y mafias en el poder y por aquello de la ley del péndulo gobernadas por conservadores muy asentados como reacción a regímenes burocráticos, grises y que evidentemente fueron incapaces de cambiar la mentalidad de sus poblaciones de forma mayoritaria, pues si bien es cierto que universalizaron los servicios sociales, educativos, sanitarios y los industrializaron en muchos casos,  no supieron conjugar igualdad y socialismo con libertad. Claro, desde el otro lado del mundo, tampoco se consintió avanzar hacia el socialismo, desde la libertad y el caso del presidente socialista de Chile Salvador Allende es paradigmático. Me permito además recordar que esa intransigencia anti-igualitaria y anti-transito hacía el socialismo, sigue en pie. El Sistema tolera ciertas reformas, pero no avances sociales significativos y sobre todo socializantes. En América Latina siguen habiendo ejemplos de resistencias oligárquicas contra pueblos que buscan su solución vital desde la democracia y en democracia. Si bien todavía no hay un nuevo Allende –por lo del golpe y su asesinato- hoy los métodos de extorsión son otros, como la guerra monetaria por ejemplo. Guerra monetaria que América Latina se traduce en devaluaciones fruto de ataques monetarios en varias repúblicas soberanistas y en la Unión Europea se materializa con el euro y su capacidad de palo y zanahoria sobre los pueblos. Pero sobre todo de amenaza contra cualquier veleidad en pro de la soberanía popular y republicana.
Este humilde artículo, no es histórico sino de reflexión política, por tanto me permito algunas licencias cronológicas, pero todas ellas relacionadas y que tienen que ver con la primera de sus conclusiones y es que la Unión Europea es una construcción de inspiración liberal y democristiana, tornada en neoliberal con sólidas raíces conservadoras y profundamente anti socialista, así como unidad política, militar y económicamente ligada a los EE.UU y sus intereses. Ha destruido el estado social europeo y es un ente puramente mercantil regido por lobbies industriales y donde la democracia, está en peligro. Además el Parlamento Europeo por su distribución estatal se garantiza su mayoría conservadora, al menos por ahora y hasta que en los estados del Este de forma generalizada sus pueblos reaccionen a tanta injusticia, privatizaciones mafiosas y oligarcas corruptos todos ellos -aunque en algunos casos sean ex dirigentes comunistas- derechistas.

El problema es ante este panorama que hacer:
Lo primero en mi opinión, sería volver a hacer pedagogía política y explicar a las clases populares el expolio masivo del que están siendo objeto. Como se les hurtan sus conquistas sociales diciendo que son ineficientes y las culpables de la deuda. La deuda sería la segunda gran explicación y no solo el que es injusta e ilegítima pues a ella se le suma la deuda privada de grandes bancos y corporaciones, contraída por ellos debido a sus juegos en la economía casino y con la burbuja inmobiliaria por ellos inventada. Burbujas tras burbujas todas ellas fracasadas que nosotras pagamos a costa de nuestras vidas, educación y cultura. La deuda es además y sobre todo un instrumento de extorsión y dominio sobre los pueblos. La tercera que las privatizaciones forman parte del atraco contra los bienes públicos para incrementar los negocios privados de los oligarcas no solo europeos, haciendo de bienes y servicios públicos negocio privado. Se nos roba lo que es de todas y todos y se le entrega a sectores privados para lucro de una minoría.
Lo siguiente sería animar y acompañar a los sindicatos de clase a enfrentarse con decisión a las llamadas reformas laborales y políticas de austeridad. Los sindicatos son imprescindibles, pero si estos no se dan por aludidos, se ven impotentes, o bien están ganados para la causa neoliberal como sucede en muchos estados europeos-no en todos, ni todos los sindicatos- en ese caso incluso aún con sindicatos de clase, surgirán y de hecho han surgido ya potentes movimientos sociales que expresarán el rechazo y se lanzarán a la lucha. De hecho esos movimientos sociales y también en el Estado Español ya han demostrado su capacidad de movilización exitosa y de resistencia. Con ellos estamos.
Las luchas sindicales, sociales y políticas tienen el objetivo de quebrar la agenda neoliberal. La agenda que incluye más austeridad, privatizaciones de lo poco que le queda al sector público e impuestos más elevados para las clases populares en exclusiva, claro. Hay que frenarla –la agenda neoliberal-, desde los sindicatos combativos, los movimientos sociales y las urnas. Mediante la acción social y la política. Implicando en política a nuevos actores sociales. Respetando su diversidad y pluralidad, sin que esto signifique ser comparsas de buena voluntad de operaciones políticas de fuerzas del sistema, al objeto de dividir y fraccionar las respuestas a una derecha rampante y muy unida y unos colaboradores necesarios del sistema que engañan a costa de su nombre y su historia para ponerla al servicio de bancos y empresas energéticas.
Para quebrar la agenda neoliberal, lo primero es explicar que si hay soluciones y tenemos programa, porqué lo tenemos. No se teme gobernar tal y como demuestra SYRIZA en Grecia o el Partido Socialista en Holanda –no confundir con el socioliberal Laborista- y se está dispuesto a tomar las riendas democráticamente, teniéndose capacidad para ello. Se cuenta y de sobra con mujeres y hombres capaces de asumir la gestión del Estado y además hay dinero para implementar políticas diferentes, obtenido mediante una fiscalidad progresiva y soluciones para implementarlas y cambiar radicalmente de actuaciones. El paro, la exclusión y el empobrecimiento se pueden y deben combatir y vencer. Somos personas de gobierno para las personas y no para los mercados. Pero también y en el seno de Europa/Unión, hay que construir una sólida alianza de los pueblos del sur, que transporten las izquierdas reales a los Gobiernos y se quiebre el dominio del norte plegado hoy por hoy a intereses foráneos y a sus burguesías exportadoras.
Nada sin empoderar a los pueblos. Será imprescindible construir el sujeto político popular y por la soberanía que defienda la democracia y los logros sociales. Si varios estados europeos, tan solo dos o tres se oponen a hacer frente a la deuda tan falsa como abusiva ¿Qué van a hacer los demás gobiernos, invadirlos? ¿Puede Alemania conservadora y su gran coalición hacer algo más que negociar si hay gobiernos del pueblo y para el pueblo en el sur de Europa? No están Alemania, Francia y Gran Bretaña en condiciones de invadir a España, Gracia y Portugal por ejemplo. Nuestra ruina, sería la de ellos y a tanto no se atreverían, además no tienen capacidad. Pero presionarán y como lo harán y mucho, el pueblo debe saber que no tiene nada que perder y solo mucho que ganar. Solo con la advertencia de que podemos construir el euro del sur e impagar la deuda ya puede ser que sea suficiente. Por tanto me pregunto, ¿Porque las izquierdas reales no contagiamos la capacidad que si tenemos de vencer?
Alguien puede decir, “pero si estamos en elecciones europeas”. Claro por eso hay que plantear esto. Porqué además debemos llamar sin paliativos a la victoria en las urnas al objeto de iniciar el cacareado cambio de ciclo político. Vencer en las elecciones europeas por parte de la izquierda plural será un serio aviso a las clases poseedoras y a los gobernantes sistémicos ya estén el poder o en la oposición, pero siempre en el acuerdo, en la gran coalición socioliberal-conservadora que hace ya muchos años gobierna Europa. Los socioliberales, no pueden seguir mintiendo al hablar de que harán otras políticas, pues esta Europa es su creación también. Los socioliberales españoles, presentan como candidato a presidir la Comisión Europea a Martin Schulz un socio de Gobierno de la señora Merkel. Un aliado a la Merkel, aliado a su vez de Elena Valenciano y su lista, por mucho que ella con la más absoluta falta de pudor ataque a la socia de su candidato y por tanto su socia.
Son pues estas elecciones una oportunidad que los pueblos no pueden desperdiciar, al objeto de comenzar a construir su futuro.
Pero volvamos al inicio, la política internacional, es clave para determinar una salida al sufrimiento de las clases populares por culpa de la crisis capitalista. El mundo no son ya las potencias centrales- la UE y los EE.UU-. El dinero y el crédito se pueden obtener fuera del FMI y de los bancos privados euro-norteamericanos. Se comercia con países muy diferentes y existen potencias que emergen ante la decadencia de la Unión Europea y la colapsada economía de los EE.UU que basa su crédito y su fortaleza financiera en su capacidad militar y de intimidación, así como en una moneda, el dólar, que es simplemente papel, papel en el que por fe, creemos en él, por fe y por los submarinos nucleares y bases aéreas que lo respaldan más que por bienes y servicios que lo amparen.
La Unión Europea no puede apadrinar y participar en bombardeos que liquidan Estados que después se tornan fallidos y en los que sufren inocentes que mueren por nuestro deseo de control y abastecimiento energético. La Unión Europea no puede seguir con el doble rasero de medir además manchado de sangre, de proteger por ejemplo a una parte de la población de Ucrania y permanecer equidistante ante la cruel masacre de Odessa perpetrada por nazis pro-Unión Europea alemana. No puede la UE recortar servicios, cerrar hospitales y escuelas en el sur del continente y enviar 11000 Millones de euros que se sepa, más 17000 Millones el FMI a unos filo-fascistas, nazis y/o corruptos oligarcas ucranianos. Tan corruptos como sus antecesores como poco. Ante semejantes personajes ¿Quién controlará esos millones que se nos hurtan a los pueblos de Europa/ UE? Porqué la UE no es Europa. Europa es más e incluso Rusia es Europa ¿O no?
Por tanto la UE al objeto de superar las dificultades de sus pueblos y su progresivo empobrecimiento, debe equilibrar sus alianzas. Acabar con aventuras neocoloniales y diversificar su comercio. Asegurar su soberanía alimentaria y aprovechar su enorme capacidad investigadora en un cambio de paradigma económico, contribuyendo a salvar el medio ambiente extrayendo recursos de su propia capacidad cultural e industrial.
Para todo esto es imprescindible, no firmar el TIIP o tratado transatlántico con los EE.UU que nos liga a sus exclusivos interese  en beneficio de estos y que va a ser nuestra puntilla, aniquilando nuestras pymes, agricultura familiar y liquidando lo poco que nos queda de derechos laborales y sociales, además de perjudicar nuestra ya maltrecha industria. El tratado con los EE.UU es una traición a los pueblos europeos y un nuevo Parlamento Europeo, lo debe frenar, pero para ellos, hemos de vencer, pues la gran coalición europea lo apoya.
Controlar políticamente el BCE y que sea público de verdad, con control democrático y al servicio de los pueblos. Prohibir no solo los Paraísos Fiscales, sino acceder a la contratación pública de cualquier empresa de cualquier parte del mundo que opere en ellos. Crear la banca pública, allí donde no exista. Instaurar una rigurosa justicia fiscal progresiva. Hacer economía al servicio de las personas y de la madre tierra y no de las instituciones y corporaciones privadas.
Nuevas políticas energéticas. Freno del atraco eléctrico y apoyo a las energías limpias. El sector energético debe ser público.
Hacer de la inversión en lo público un motor no solo de bienestar y redistribución, que lo es, sino también un motor económico y de empleo. Volver a la inversión pública. Tener muy claro, meridianamente claro que el cambio del paradigma económico solo puede materializarse de manos de la economía social.
Defender la democracia y la libertad. Los bancos, las transnacionales de la industria, las grandes fortunas y grandes grupos de empresas de comunicación, no son demócratas. Respetan la democracia si sus intereses no están en peligro, pero si han de repartir o sufrir la expropiación de lo que previamente robaron al pueblo, ya no serán demócratas y les importará un bledo. Confunden democracia con capitalismo, cuando ni es lo mismo, ni una democracia real ellos la consentirían si dentro de sus posibilidades estuviera truncarla y por ahora parece que esto es posible.
Sabemos que se nos silencia, se miente y manipula, se trata de dividirnos e invisibilizarnos, pero si tenemos voluntad y vocación de vencer, seremos imparables.
Por eso llevar al Parlamento Europeo la experiencia de éxito de Syriza que Alexis Tsipras personaliza es una garantía de comenzar a iniciar otras políticas y de rescatar a las personas. Hasta este momento toda la acción política de la Unión Europea ha girado tan solo en torno al rescate bancario. Por eso es también clave que se piensa con respecto a las alianzas internacionales y si se apuesta por una Europa germano-anglosajona o en una Europa que defienda la multipolaridad, la paz y un comercio justo con el resto del mundo, que por cierto es mucho más que lo que se nos dice.
Fuente: cli-as.org

No hay comentarios: