viernes, 10 de agosto de 2012

Julio Anguita: "Habría que rebuscar mucho en la historia para encontrar una casta política que entrega su país maniatado a intereses y decisiones foráneas".

El presidente de Andalucía ha arremetido contra el ministro de Hacienda a causa de los recortes en la capacidad de endeudamiento de la comunidad autónoma que preside. Según Griñán, los 2.735 millones que tenía previsto ingresar por vía de préstamo son indispensables "para evitar el cierre de 19 hospitales o de 2.000 colegios, o el despido de hasta 60.000 empleados públicos".
Es indudable que, de ser cierto esto, el asunto es gravísimo, pero lo es aún muchísimo más por lo que el modelo de financiación tiene de perverso, suicida y carente de futuro. Estamos ante un callejón sin salida, ante un camino que conduce directa y velozmente a la horca a cualquier Hacienda pública.
El recurso al endeudamiento por parte de las Administraciones Públicas se ha contemplado siempre bajo dos perspectivas: la de la financiación de infraestructuras u obras de nuevo establecimiento y la de -en situaciones excepcionales- problemas puntuales de la Hacienda en cuestión.
El hecho de que se haya establecido como norma y línea de actuación permanente el endeudarse para financiar el gasto corriente -o sea, el del mantenimiento de los servicios y prestaciones que la ley atribuye a los entes públicos- constituye una perversión que está llamada a la total paralización de lo público. Y la gravedad llega al paroxismo cuando, tras la reforma constitucional perpetrada por el bipartidismo, el pago de la deuda es prioritario a cualquier otra obligación. Habría que rebuscar mucho en la historia para encontrar una casta política que entrega su país maniatado a intereses y decisiones foráneas. Esta carrera enloquecida de endeudamiento ha llevado a España a dedicar un euro de cada tres al pago de la deuda.
La aceptación de este modelo, que obvia cualquier reforma fiscal avanzada y justa como fuente permanente y reglada de financiación, convierte a las aparentes víctimas de hoy en cómplices de la anunciada quiebra del Estado. Aquí reside el problema, aquí estriba la disyuntiva política de estos días.
Julio Anguita. Excoordinador general de IU.   
Fuente: eleconomista.es

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