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Alberto Garzón Espinosa (Logroño, 1985) es uno de los valores en alza en Izquierda Unida, aunque rechaza la etiqueta de ser uno de los políticos de moda. El diputado por Málaga achaca su protagonismo y su grado de conocimiento a la presencia en los medios de comunicación y a los cambios que han producido «una ruptura» con la forma de hacer política anterior y al relevo generacional con una mayor presencia de gente joven.
–Recientemente su papel en el organigrama de IU se ha reforzado como secretario del Proceso Constituyente y de Convergencia.
–Sí es una remodelación derivada de la lectura de los resultados de las últimas elecciones europeas que nos revelan que la sociedad ha cambiado mucho más de lo que preveíamos. Se abre una etapa de esperanza para el país porque hay un porcentaje muy alto de voto, no sólo por el resultado de IU o Podemos sino de otras fuerzas políticas, que refleja que hay una posibilidad de construir un proyecto de país nuevo. Eso necesita una organización adaptada a este momento histórico. Por eso hay cambios en la organización donde mi papel y el de mi grupo de trabajo tiene mayor protagonismo ya que se encarga de la elaboración de la estrategia política cara al futuro.
–Uno de sus cometidos es pactar con Podemos. ¿Ha habido ya contactos con Pablo Iglesias?
–Somos amigos y hablamos en ocasiones, pero los contactos formales no se producirán hasta después de la asamblea de Podemos en otoño. Este país necesita una esperanza que no puede dar por sí solo Podemos, IU, u otros partidos o movimientos sociales de izquierdas sino que hace falta establecer algún tipo de confluencia.
–¿Ve factible esa confluencia?
–Espero que sí; soy optimista. El proyecto es muy ambicioso y requiere de generosidad, serenidad e inteligencia por parte de todos. Si se hace bien, uno más uno puede dar diez.
–¿IU ve a Podemos como un enemigo o como un aliado?
–Pueden ser competidores electorales, pero compartimos un proyecto político y por lo tanto no son enemigos. Nos debe preocupar más las próximas generaciones que las próximas elecciones y en ese sentido Podemos es un aliado.
–Y el PSOE ¿es un aliado para IU?
–El PSOE es un partido que está inmerso en innumerables contradicciones. Sus bases sociales, votantes y militantes son de izquierdas, sin embargo, sus dirigentes han sido siempre partidarios de pactar con el PP los grandes asuntos. Con esas formas políticas y esas reformas que han hecho cuando han gobernado no pueden ser aliados; sin embargo, los votantes y los militantes socialistas son parte necesaria de la solución de este país.
–Si usted hubiera sido militante del PSOE por quién hubiera votado en las primarias del pasado domingo.
–Estoy ideológicamente más cercano de una persona como Pérez Tapias porque es un político con mayores valores de izquierdas; Madina es también una persona brillante que ha tenido siempre una crítica más profunda que otros dirigentes socialistas. Desde luego, Pedro Sánchez (nuevo líder del PSOE) es el candidato de la derecha, el candidato del sistema, y estaba claro que tenía todas las de ganar porque detrás suya está Felipe González, Bono y una estrategia de acercar al PSOE al sistema aunque sea con una retórica de izquierdas.
–Su nombre suena con fuerza para presentarse en las primarias de IU para ser el candidato a presidente del Gobierno. ¿Tiene decidido dar ese paso?
–Ahora mismo no estamos en ese debate. Ahora estamos definiendo el proyecto político y dándole contenido y, luego, pondremos los nombres y las caras. Y en ese proceso de nombres, que se hará por primarias, realmente estamos todos dispuestos a lanzarnos, es decir, no hay ningún nombre pero tampoco ningún descarte. Cuando me preguntan siempre digo que no me descarto porque para eso estamos ahí, es un deber moral y político estar al servicio de una organización y un proyecto político, pero eso no significa decir que sí. Si llegado el caso y se dan determinadas circunstancias, tenemos que estar dispuestos a asumir nuevas responsabilidades, pero reitero que eso no significa decir que sí, sino que estamos listos y preparados y si toca, toca.
–Haga autocrítica ¿qué no le gusta de IU?
–Tenemos que hacer una reflexión crítica siempre. Creo que IU tiene que recuperar su origen. En las últimas décadas nos hemos institucionalizado como organización; hemos dejado de tener mucho peso en la calle y tenemos más peso en la instituciones, y eso, probablemente nos ha alejado de la ciudadanía. Hay que recuperar ese sentido originario de ser más un movimiento social y menos partido político lo que implica democratizar más la organización, abrir la organización y, sobre todo, ser un instrumento útil para transformar la sociedad.
–¿Usted forma parte de eso ahora tan denostado que algunos llaman casta?
–Casta es un concepto injusto porque generaliza y pone en el mismo espacio a personas muy diferentes entre sí. A mí me gusta hablar de élite política porque en este país no todos los políticos son iguales ya que hay una élite política que se reproduce a sí mismo a través de redes clientelares, que se aprovecha del sistema, de los fondos públicos y que ha sido responsable de la crisis política y de la corrupción junto con la élite económica.
–¿Usted se ve viviendo en el corto plazo en la Tercera República española?
–Estamos mucho más cerca de la Tercera República de lo que uno pueda imaginarse. El escenario que afronta Felipe VI como rey es muy diferente al de su padre. Estamos en una sociedad en descomposición social, con un pacto del 78 roto, y con un desprestigio de la política que ha tocado a otras instituciones como la Corona o la justicia. Creo que a este rey se le podrá llamar Felipe VI el Breve porque asistiremos a una Tercera República más pronto que tarde.
–Le vemos en tertulias de televisión, presentado libros, cada vez tiene más responsabilidades orgánicas en IU, ¿le queda tiempo para ser diputado por Málaga y defender los intereses de la provincia?
–Sí. Estoy en contacto permanente con colectivos malagueños que acuden con sus propuestas y reivindicaciones. Lo ideal sería tener diez diputados por Málaga y estaría todo cubierto, pero dentro de las limitaciones naturales de que haya uno sólo estamos haciéndolo muy bien y así me lo dice la gente, que se siente representada. Más difícil tengo llevar la vida personal.
–¿Usted es el Pablo Iglesias de IU?
–Pablo es una persona magnífica y un compañero al que yo le tengo mucho respeto desde antes que se presentara con Podemos. IU tiene un perfil distinto a Podemos, hay muchas diferencias organizativas, por tanto no creo que quepa la posibilidad de ver a un homólogo a Pablo Iglesias dentro de IU.
Fuente: diariosur.es
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