domingo, 18 de mayo de 2014

#Europeas2014. La Izquierda Plural. CLI-AS Alternativa Socialista. Otro camino para Europa.

Llamamiento para las Elecciones Europeas Mayo 2014 “El proyecto europeo está en peligro”
En vísperas de las elecciones europeas de Mayo de 2014, Europa está experimentando una austeridad permanente, estancamiento económico, el aumento de la desigualdad y una creciente brecha entre los países del centro y de la periferia. La democracia está siendo socavada a nivel nacional, y no se ha desarrollado a escala europea. El poder se concentra en manos de instituciones tecnocráticas irresponsables y de los estados más fuertes. En paralelo, las olas del populismo radical barren Europa con una peligrosa reacción nacionalista. Esta no es la Europa que se imaginó hace décadas como un espacio de integración económica y política libre de la guerra. Y tampoco es esta la Europa que prometió progreso económico y social, la ampliación de la democracia y los derechos al bienestar. Un cambio de rumbo radical es sin duda necesario.
El proyecto europeo está en peligro. En vísperas de las elecciones europeas de Mayo de 2014, Europa está experimentando una austeridad permanente, estancamiento económico, el aumento de la desigualdad y una creciente brecha entre los países del centro y de la periferia. La democracia está siendo socavada a nivel nacional, y no se ha desarrollado a escala europea. El poder se concentra en manos de instituciones tecnocráticas irresponsables y de los estados más fuertes. En paralelo, las olas del populismo radical barren Europa con una peligrosa reacción nacionalista. Esta no es la Europa que se imaginó hace décadas como un espacio de integración económica y política libre de la guerra. Y tampoco es esta la Europa que prometió progreso económico y social, la ampliación de la democracia y los derechos al bienestar. Un cambio de rumbo radical es sin duda necesario; las elecciones al Parlamento Europeo de Mayo de 2014 representan una importante oportunidad para rechazar el estancamiento neoliberal de Europa y los impulsos populistas, y para afirmar que otro camino para Europa es posible.
Desde La Red Europea de Economistas Progresistas (Euro-pen), que agrupa tanto a economistas como a distintos grupos de la sociedad civil, se hace un llamamiento a los ciudadanos europeos y a las fuerzas políticas y sociales para participar en un debate a escala europea acerca de las posibles alternativas a nuestra crisis política y económica. Proponemos cinco direcciones de cambio radical de las políticas europeas. Estas ideas deberían estar en el centro de la campaña electoral y de las actividades del nuevo Parlamento Europeo y la Comisión Europea.
1. Acabar con la austeridad. Dar marcha atrás en las políticas fiscales restrictivas de la UE, en particular el Pacto Fiscal y el Pacto de la Estabilidad y de Crecimiento; las normas presupuestarias requieren un profundo cambio y el objetivo de ”balance estructural” de los presupuestos públicos ha de ser abandonado. Una estrategia económica coordinada debe permitir a los estados miembros seguir la política fiscal adecuada para salir de la crisis. Sin un fuerte estímulo de la demanda no hay forma de salir del estancamiento actual. Las inversiones públicas dirigidas hacia una transición ecológica deben desempeñar un papel más destacado, y ser financiadas a nivel europeo mediante la movilización del BEI (Banco Europeo de Inversiones). Un plan de inversión pública a escala europea es necesario para impulsar las actividades económicas sostenibles y capaces de proporcionar puestos de trabajo de calidad. Estas acciones deben estar en el núcleo de una nueva política industrial para Europa, orientadas hacia el objetivo de transformación ecológica del modelo económico a largo plazo y a la reducción del consumo de energías de origen no renovable.
2. Controlar las finanzas. Para afrontar la deflación –y el círculo vicioso de las políticas restrictivas, la depresión y la presión a la baja de los salarios – la política monetaria de la Eurozona tiene que cambiar drásticamente, permitiendo que la inflación vuelva como mínimo al 2%. El Banco Central Europeo debe proveer liquidez para la puesta en marcha de políticas expansionistas y actuar como prestamista de último instancia en los mercados de bonos públicos. El problema de la deuda pública tiene que ser resuelto mediante la responsabilidad común de la Eurozona y la reestructuración de la deuda. Los Eurobonos se deben introducir no sólo para refinanciar la deuda pública sino también para financiar la transformación ecológica de la economía europea.
Una reducción radical del sector financiero es necesaria, con la introducción de un impuesto sobre las transacciones financieras, la eliminación de las finanzas especulativas y el control de los movimientos de capitales. Las nuevas normas de la Unión Bancaria no abordan la cuestión de los fallos fundamentales y la fragilidad del sistema financiero; una regulación más estricta debería prohibir la especulación financiera y las actividades financieras de alto riesgo, y la división entre los bancos comerciales y de inversión tiene que ser restablecida. Los centros financieros offshore y los paraísos fiscales en la UE deben ser eliminados mediante una armonización fiscal y regulación financiera más estricta.
3. Creación de empleo y marcha atrás en la divergencia económica. El nivel de desempleo en la Unión Europea ha alcanzado a niveles récord. Es una fuente de debilidad de la economía y de desintegración social; la creación de nuevos empleos en actividades económicas sostenibles desde la perspectiva medioambiental y social debe convertirse en una de las principales prioridades.
Los desequilibrios de la balanza por cuenta corriente agravan las diferencias entre los países de la Eurozona; las políticas europeas deberían reducirlos a través de la imposición de ajustes también en los países que cuentan con superávit. La presión competitiva sobre la reducción de los salarios debería acabar; estos no deben ser considerados un factor de competitividad sino un motor de crecimiento interno. Deben ser introducidos los salarios mínimos a nivel europeo, ajustados al PIB per cápita de los distintos países.
4. Reducir la desigualdad. La desigualdad ha alcanzado niveles sin precedentes que impiden el retorno a un crecimiento equitativo. La solidaridad, redistribución, protección social, bienestar y una sociedad más igualitaria a nivel europeo deben ser los elementos clave del modelo social europeo. Con el fin de reducir la desigualdad y defender el estado de bienestar son necesarios cambios profundos en los sistemas fiscales, con una armonización fiscal en Europa que impida que las empresas encuentren vías de escape de la tributación sobre sus beneficios y que cambie el patrón de recaudación sobre las rentas de trabajo hacia las rentas de capital y los recursos no renovables, con nuevos ingresos para financiar el gasto europeo.
5. Ampliar la democracia. Las decisiones de política económica deben estar de nuevo en el terreno de los procesos democráticos. Tenemos que impedir a los banqueros, los tecnócratas y los grandes lobbies empresariales tomar decisiones que nos afectan a todos/as. La democracia debe ser restaurada a todos los niveles en Europa, con mayor control parlamentario y mayor participación ciudadana en las decisiones sobre el bien común. Como respuesta a la crisis, el alcance de la acción pública debe ampliarse a las actividades económicas, incluidas las finanzas, la reconstrucción productiva y los servicios públicos. Las negociaciones en curso sobre la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI) prevén una merma significativa en los procesos democráticos, la formulación de políticas y la regulación pública; detener la ATCI debe ser una de las principales prioridades para el nuevo Parlamento.
Pedimos a los ciudadanos su apoyo a esta visión de Otro Camino para Europa y su voto a aquellos candidatos y partidos políticos que la compartan y se comprometan en su realización. En el Parlamento Europeo que ha de surgir de las próximas elecciones, el éxito de una coalición progresista será crucial para evitar la continuación de políticas fallidas asociadas al modelo de “gran coalición” entre centro-derecha y centro-izquierda que está ahora gobernando en la mayoría de los países europeos.
Europa sólo puede sobrevivir si se toma otro camino. Europa tiene que significar justicia social, responsabilidad con el medio ambiente, democracia y paz. Esta otra Europa es posible; la elección está en nuestras manos. 
Leer más: cli-as.org

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