sábado, 7 de diciembre de 2013

Laia Ortiz: El Proceso "desconstituent" del PP.

No hace ni dos años que el PP consiguió la mayoría absoluta, pero la gran magnitud de las contra llevadas a cabo en prácticamente todos los sectores ya permiten ver una primera fotografía del modelo de país que están imponiendo. La avalancha normativa es enorme y se ha hecho a una gran velocidad, dificultando la percepción y el conocimiento por parte de la ciudadanía de muchas de las medidasSeguramente el precedente más similar en España es el bienio negro de gobierno de derechas durante la 2 ª República. Y en Europa, la revolución conservadora de los 80. Pero con una diferencia sustancial: el ritmo actual es mucho más rápido. Están llevando a cabo en una legislatura lo que Thacher y Reagan tardaron 8-10 años a hacer.
Por ello es fundamental hacer balance y explicar la profunda dimensión de las reformas que están haciendo y las consecuencias del nuevo orden impuesto. Estamos asistiendo a la deconstrucción de todo el sistema de derechos y bienestar que dieron a Europa sus décadas de mayor prosperidad. Se trata de desmantelar el modelo social europeo como espacio político que lidera de largo la inversión social y la redistribución fiscal que se hace en el mundo. Se trata de un ataque directo por parte de gobiernos al servicio de los poderes económicos que aprovechan el contexto de crisis para imponer un modelo aún más afín a los intereses del 1%.
El Gobierno del PP no ha sido sólo un brazo ejecutor de las políticas neoliberales, sino que ha sido un firme impulsor y ha aprovechado la crisis económica y su mayoría absoluta para llevar a cabo un auténtico proceso desconstituent, recortando no sólo servicios sino derechos y libertades fundamentales. En coherencia con la creciente evidencia de que el neoliberalismo o la austeridad salvaje son incompatibles con la democracia y la separación de poderes.
En estos 2 años de gobierno, el PP ha bombardeado todos estos pilares del Estado social y democrático de derecho. En 650 días han aprobado 72 leyes nuevas o reformadas y 43 reales decretos ley. Lo han hecho aplicando su mayoría absoluta sin abrir la participación en el Congreso ni en la sociedad civil. Una contrarreforma que modifica sustancialmente el orden constitucional, aplicando una regresión en el ámbito de los derechos fundamentales pero también en la división de poderes.
La estabilidad presupuestaria ha sido la coartada para cambiar el orden constitucional. Las reformas tocan todos los ámbitos, desde los recortes del real decreto de sanidad y la liquidación de las ayudas a la dependencia, pasando por la LOMCE o el código penal, siguiendo por la reforma laboral, las pensiones, la reforma eléctrica, los cambios tributarios y la amnistía fiscal, la reforma local (de suspensión de la autonomía local), la ley de costas o los rescates financieros y el banco malo, la privatización de infraestructuras y empresas públicas o la supresión de los organismos reguladores, la reforma de la ley del Consejo General del Poder Judicial y la creación de tasas para acceder a la justicia ...
Una larga lista de contrarreformas y recortes que ya están teniendo consecuencias añadidas a la crisis. El aumento de la desigualdad social y la precariedad de las condiciones de vida de la mayoría de la gente junto al aumento de las rentas de una minoría que se está enriqueciendo a gran ritmo. Pero estas medidas también conllevan la creciente indefensión de la ciudadanía ante los poderes económicos y un Estado cada vez más represor y penalizador de la movilización y de las organizaciones sociales. Un Estado central que acumula poder en detrimento del resto de administraciones para un proceso de recentralización sin precedentes y la eliminación de contrapoderes de organismos reguladores independientes. Las consecuencias también las vemos en la manera de perpetuar un modelo productivo depredador e insostenible que no ofrece futuro ni trabajo a la ciudadanía, pero garantiza al capital especular con el territorio y los servicios públicos. Un modelo que hipoteca el futuro económico, social y medioambiental en el corto y largo plazo.
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Sus políticas neoliberales vienen acompañadas de un envoltorio de conservadurismo católico machista que supone revisar transversalmente todas las políticas de libertades civiles, educativas, de familia, para someterlas al dictado de los lobbies ultraconservadores.
Si hemos de sintetizar los 10 puntos de su proceso desconstituent en estos dos años de Gobierno, de manera esquemática diríamos:
  1. Empobrecimiento y desarme de los trabajadores, es decir, quitarles los instrumentos de defensa y negociación (reforma laboral).
  1. Neofeudalisme financiero. Los bancos, la nueva aristocracia (rescate sector financiero, estafa preferentes, desahucios y legislación hecha a medida).
  1. Recortes del Estado del bienestar y privatización de servicios públicos como nueva oportunidad de negocio.
  1. Degradación de la democracia y creciente persecución de los movimientos sociales.
  1. Rotura de la separación de poderes (subordinación del legislativo y el judicial a los intereses del ejecutivo, liquidación de organismos reguladores independientes ...).
  1. La Iglesia vuelve al Gobierno.
  1. Continuidad en el modelo de crecimiento insostenible (ataque a las renovables, depredación de costas, política de infraestructuras, trasvases, fracking, ...).
  1. Ofensiva recentralizadora (Ley de Estabilidad Presupuestaria, Ley de autoridad fiscal, LOMCE, reforma local y reiteradas invasiones competenciales).
  1. Involución machista (recortes ley de Dependencia, ataque al derecho a decidir sobre el propio cuerpo, recortes en la lucha contra la violencia machista).
  1. Gobierno súbdito de la Troika e invisible en Europa.
Un proceso desconstituent en toda regla que requiere una respuesta ciudadana y política. Nos urge la construcción de una alternativa política y social amplia, no sólo para resistir sino para llevar a cabo un proceso realmente constituyente que empiece por el empoderamiento y la información de la ciudadanía. Siendo conscientes de que nada será igual que antes del 2008 y que hoy, ante el capitalismo financiero, necesitamos un nuevo paradigma y nuevos instrumentos para defender la igualdad, la libertad y la sostenibilidad.
Los días pasan y sus leyes nos lo ponen más difícil, así que hay que pasar de la reflexión y la teoría a la puesta en práctica de la cooperación política y la convergencia social para poder llevar a cabo un programa de transformación.

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